Al menos seis inmigrantes mueren en otro naufragio de una patera en Cabo Trafalgar

Cuando el mar aún no ha devuelto los cadáveres de la veintena de desaparecidos del último naufragio ocurrido en aguas cercanas a Tarifa el pasado 4 de junio, la tragedia de la inmigración ilegal volvía a sacudir la costa gaditana ayer.

Seis muertos y diez detenidos, uno de ellos herido de gravedad, es el siniestro balance que hasta el momento deja la última patera que trató de arribar a Cádiz.

Todas las alarmas saltaban con las primeras luces del alba. Pasadas las seis de la mañana del lunes, una patrullera de la Guardia Civil alertaba del avistamiento de una embarcación rígida semihundida en las inmediaciones del Faro de Trafalgar, cerca de la Cala Isabel y la playa de la Mangueta, en la zona conocida como La Aceitera, en la costa de Barbate.

De inmediato, se activaba el dispositivo de emergencias. La embarcación había logrado sortear el Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), y había alcanzado amparada en la oscuridad de la noche una zona rocosa próxima a la orilla donde las corrientes son fortísimas; un golpe de mar la hizo embarrancar y provocó la caída al agua de sus tripulantes.

Según las estimaciones de la Subdelegación del Gobierno y de Cruz Roja, en la patera viajaban 44 personas, todas ellas de origen marroquí, entre las que había varios menores. A media mañana el dispositivo de búsqueda ya había recuperado cuatro cadáveres (dos varones y dos mujeres, una embarazada), que aparecieron flotando en el agua. Al cierre de esta edición los fallecidos ascendían a seis.

Además, otras 10 personas (entre las que se encontraban cuatro menores de edad, la mitad niñas), fueron localizadas en las horas siguientes entre los arbustos de una zona escarpada del Parque Natural de La Breña. El dispositivo de búsqueda permaneció activo durante todo el día. En él participaron varias dotaciones de la Guardia Civil y Policía Local, que peinaban las áreas de matorral cercanas a la playa en previsión de que algunos de los indocumentados hubieran huído a pie.

Además, dos patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y una embarcación de Salvamento Marítimo rastrearon hasta la noche la zona donde arribó la patera, con escasas esperanzas de encontrar supervivientes. Por aire, el helicóptero Helimer 209 de Salvamento Marítimo y otro aparato de la Guardia Civil completaron el dispositivo al que se unieron voluntarios de Cruz Roja de Barbate, Tarifa y Algeciras.

Tras conocer lo sucedido, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha convocado una concentración de solidaridad en el Ayuntamiento de Conil mañana miércoles a las 20,30 horas. El portavoz de la organización, Rafael Lara, pidió ayer además a la ciudadanía en general «que no caiga en la indiferencia». Ellos consideran que esta tragedia «pone en evidencia la utilidad del SIVE, incapaz de detectar una barca de madera», lamentan.

Por su parte, el Secretariado de Migraciones de Obispado de Cádiz y Ceuta también denunció el nuevo drama y criticó que «a pesar de los costosos medios de vigilancia del Estrecho, de una y otra orilla, no se han detectado estas situaciones que se repiten en el mismo mes en un espacio geográfico muy cercano el uno del otro». Por todo, también reclama que no se caiga en la indiferencia ni en la resignación y apela a los gobiernos a atajar con responsabilidad este drama.