La empresa del 'Vaporcito' advierte de que dejará de navegar antes de 2012

«Vamos al mínimo desde hace tanto tiempo que la crisis para nosotros está pasando de puntillas, difícilmente nos podría hundir más, a no ser que nos hunda definitivamente». Pero es la última opción la que gana terreno. Estas palabras de Andrés Fernández, gerente de Motonaves Adriano, empresa propietaria del mítico Vaporcito del Puerto se pronunciaron en abril. Ayer las renovó, pero con peores augurios: «Si el nivel de usuarios sigue como hasta ahora y no llegan más ayudas, no podremos llegar a 2012, el Vaporcito se acabará antes».

A pesar de la declaración de Bien de Interés Cultural, pese a las ayudas institucionales, el barco más cantado de Cádiz no se mantiene a flote. Entre los ayuntamientos de El Puerto y Cádiz, contribuyen con 42.000 euros anuales. La Oficina del Bicentenario de la Diputación renovó ayer el programa de visitas teatralizadas que supone otros 30.000. Ni aún así cuadran las cuentas. Para que fuera rentable, cada viaje tendría que ir completo y demasiados días no cubre ni la mitad del pasaje.

Competencia feroz

La caída de usuarios es, según Fernández, de hasta el 60% y la causa de esta estampida sería -afirma el gerente- la entrada en funcionamiento hace cinco años de los catamaranes que cruzan la Bahía, que no ronean ni presumen, pero son más rápidos y modernos.

La gravedad de la situación es tal que el vicepresidente de Diputación y concejal de Cádiz, Federico Pérez Peralta, durante la presentación ayer de un programa de rutas históricas en el Vaporcito, propuso la creación de una mesa institucional de apoyo para evitar que la tradicional nave deje de cruzar a diario de Bahía de Cádiz por ser económicamente insostenible en las actuales condiciones del mercado.