Sociedad

Una joya enmarcada

La obra de Sorolla 'Niña entrando en el baño' se vende por 1,9 millones de euros a un coleccionista estadounidense

| VALENCIA Actualizado: Guardar
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La obra del pintor valenciano Joaquín Sorolla Niña entrando en el baño ha sido adquirida por un coleccionista estadounidense por un precio de 1.665.250 libras -1,9 millones de euros- en una subasta celebrada en Londres por la casa Sotheby's. El cuadro de Sorolla se convirtió en la estrella de la subasta, ya que fue la pieza que alcanzó un valor más elevado en la venta, que en total superó los 9,7 millones de euros, señalaron fuentes de Sotheby's, que recalcaron que en la subasta de pintura decimonónica europea se ha dado salida a un 75 por ciento de los fondos, un resultado «muy alto», celebraron.

En la sesión salía al mercado también otra obra de Sorolla , Estudio en la playa, que también encontró comprador por 121.250 libras, unos 141.000 euros. Niña entrando en el baño es un «magnífico» lienzo del autor valenciano que no se había mostrado al público antes del pasado mes de mayo, cuando se exhibió por primera vez en Madrid coincidiendo con la inauguración de la antológica que el Museo del Prado dedica al creador.

Se trata de una de las obras «más excepcionales de Sorolla que jamás haya salido al mercado» y presenta una procedencia impecable, ya que en el momento de su adquisición, Sorolla entregó una fotografía de la obra firmada a su primer propietario, el marchante Justo Bou, quien vendería la obra a María Bauzá, viuda de Rodríguez, bibliófila y gran coleccionista de arte, de quien lo adquirió el padre del propietario actual. Sorolla pintó Niña entrando en el baño en 1915, durante un verano de merecido descanso de la serie de lienzos monumentales Visión de España (1911-19), encomendada por Archer M Huntington para la Hispanic Society of America de Nueva York, que mantuvo al artista en viaje constante por España. A lo largo de los años que le ocupó este proyecto, como señala la experta internacional en Sorolla y bisnieta del artista, Blanca Pons- Sorolla , el autor pintó contadas obras. «No son muchas, pero son de gran calidad», remarcó.

Pons- Sorolla explica cómo el artista «no podía sobrevivir sin la pintura». Sorolla mismo dijo pinto porque me encanta pintar y para mí es un enorme placer», rememora la experta, que recalca que a sus 52 años, Sorolla gozaba de un gran reconocimiento y demanda internacional.

Este lienzo es, por tanto, obra de un artista seguro de sí mismo, con un profundo conocimiento de sus capacidades y una gran confianza en su técnica y paleta cromática. Sorolla descansó así de una temática impuesta y de una escenografía de gran complejidad para recrear una escena en un lugar que le inspiraría repetidamente a lo largo de su carrera.