MUNDO

'Ahorro o muerte'

El Gobierno cubano lanza una nueva consigna para afrontar los efectos de la recesión económica

| CORRESPONSAL. LA HABANA Actualizado: Guardar
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«Ahorro o muerte» es la nueva consigna lanzada por el régimen cubano para enfrentarse a la crisis económica. La cosa es grave. Mejor dicho, más grave que el añejo trance arrastrado desde los años 90 y azuzado el año pasado por el paso de los ciclones. Y no es un rumor o la teoría de algún cubanólogo que los periodistas mantenemos en el anonimato.

Quien lo dice es el director del diario Granma. Ayer, un editorial de Lázaro Barredo no dejó lugar a dudas. «Hay que amarrarse los pantalones» ante los tiempos que van a llegar. «La gravedad del problema es de tal naturaleza que si políticamente decimos Patria o muerte, sin un ápice de exageración pudiera decirse en el ámbito económico ahorro o muerte», dijo.

En la calle planeaba la preocupación entre los ciudadanos, por otra parte, ya habituados a soportar las peores situaciones desde el llamado periodo especial. «¡Qué nos van a contar, si nosotros convivimos con la crisis hace muchos años!», comenta una profesional entre sonrisas escépticas.

Sin embargo, el autor de la frase sabe lo que se trae entre manos. Es nada menos Francisco Soberón, presidente del Banco Central. Días atrás, otra noticia de la prensa oficial advertía de posibles apagones -un mal muy aliviado en los últimos tres años- porque en los primeros meses del año se habían despilfarrado miles de toneladas de combustible.

La conclusión del miembro del Partido Comunista de Cuba (PCC), máximo órgano de poder del país, es que sin ahorro, eficiencia, mayor productividad, recortes de gastos, menos despilfarro, «que no se desvíen» los recursos -eufemístico término para robos de productos del Estado que se intercambian o venden ilegalmente- y el mayor compromiso de los trabajadores «no será posible sostener el desequilibrio registrado en los tres primeros meses de este año, cuando las importaciones fueron del 78%, y las exportaciones el 22%».

Y es que la situación global también se siente en Cuba. Las cifras oficiales aseguran que el turismo mantiene sus niveles de ingresos, sin embargo los hoteles están por debajo de la ocupación habitual y los restaurantes acusan el palo. No se emplean términos como regulación de empleo, pero se aplican.

Por ejemplo, el hotel Comodoro ha enviado a parte de su plantilla a casa y mientras dure la inactividad les pagan menos y deben estudiar idiomas. También turnos completos de camareros y cocineros de algunos establecimientos gastronómicos han sido informados de que ante la falta de clientes deben quedarse sin trabajo. Y sin propinas en divisas.