El fin de semana coincidirá con el mayor pico de polen de olivo en Cádiz

Mayo es con diferencia el mes más temido por los alérgicos. Con la temporada de lluvias ya lejos y la llegada del buen tiempo, la concentración de polen en el ambiente se dispara. Especialmente los de olivo y gramíneas, que son los más habituales. El mayor pico se alcanzó en 2008 durante la primera semana de mayo. Las mediciones alcanzaron entonces los 1.400 granos por metro cúbico de aire, cifra ya elevada si se tiene en cuenta que la media que manejan los expertos se sitúa en torno a los 50 granos por metro cúbico.

Las lluvias del fin de semana pasado han retrasado esta concentración máxima que se dará a final de la semana, según avanzó ayer el doctor Francisco Moreno, gerente de la Clínica Doctor Lobatón. Este centro es el único de la provincia y uno de los pocos de Andalucía que cuenta con medidores de polen. Disponen de un aparato en la capital y otro en Sanlúcar, justo los dos puntos en los que se encuentran tipos de pólenes distintos. En enero instalarán otro en el Campo de Gibraltar para cerrar el mapa polínico de la provincia.

«Es muy importante conocer las concentraciones para anticiparnos a los síntomas», aseguró el doctor Moreno, que ya ha empezado a dar instrucciones a sus pacientes para afrontar el fin de semana de la mejor forma posible. Llegados a este punto, «ya hemos comenzado con la medicación, porque hacerlo antes de tiempo puede provocar que el paciente terminar cansándose y no la tome de forma adecuada y cuando ya padece síntomas necesita muchas más cantidad de fármacos para contrarrestarlos», explicó.

Los principales alérgenos son el olivo y las gramíneas, que por la forma del polen pueden recorrer grandes distancias. Otros son los del ciprés, más habitual en los últimos años y la parietaria, que crece de forma abundante en poblaciones cercanas a Jerez y Arcos. También son abundantes los plataneros de sombra y la salsola y el chenopodio, que se concentran en la playa de Cortadura.

Aunque la alergia al polen es una de las más extendidas, la más habitual en el litoral y especialmente en la Bahía es la intolerancia a los ácaros del polvo. Se trata de un insecto microscópico que se alimenta principalmente de escamas de la piel, por lo que tienden a encontrarse en los hogares. Son inquilinos habituales de colchones y mantas y también se detectan en el propio pelo. Las épocas de mayor incidencia son el otoño y la primavera, cuando las temperaturas son suaves y hay humedad, un ambiente idóneo para su proliferación.

El doctor Moreno recalcó que la alergia al polen afecta más a jóvenes, de hecho, el 70% de los diagnosticados tiene menos de 40 años. En ellos, entre el 7% y el 12% tiene síntomas respiratorios y en la mayor parte de los casos los comparte con molestias bronquiales.

La Clínica Doctor Lobatón atiende a unos 12.500 pacientes al año, de los que una tercera parte son niños. «En su caso la mayoría presentan intolerancia a los ácaros porque para desarrollar una alergia primaveral necesitan un mayor tiempo de exposición alos alérgenos».