Pepe asume que se perderá el final de temporada y Robben se despide del Madrid-Barça

Pepe no volverá a jugar esta temporada -faltan seis jornadas de Liga- y quedará marcado para siempre por sus agresiones a los getafenses Casquero y Albín. Igual que Juanito por aquél pisotón a Matthaus que supuso el principio del fin de la carrera del malagueño, Stoichkov por agredir a Urízar Azpitarte, Simeone por clavar los tacos en el muslo de Julen Guerrero, Eric Cantona por asestar una brutal patada a un espectador, y hasta Zidane por ese cabezazo a Materazzi.

Jornada sin precedentes la que se espera para el viernes en la Federación, que nunca ha tenido que juzgar a un futbolista por tantos delitos en un mismo partido. El acta de Delgado Ferreiro se hizo esperar pero resultó concluyente. A saber, expulsó al portugués «por empujar por detrás a un contrario evitando una ocasión manifiesta de gol». Un partido fijo de suspensión. «Una vez en el suelo y con el juego detenido, propinó una patada al jugador objeto del penalti, y un puñetazo a un adversario». Dos agresiones. Si no hay lesión, como es el caso, contempla entre cuatro y doce encuentros de inhabilitación.

También insultó al cuarto árbitr: «Sois todos unos hijos de puta». Y saltó al campo en el gol de Higuaín. «No sé que me pasó. Tuve una actitud inexplicable. Merezco un castigo. Pido perdón a todos». Una baja sensible. Y Robben, lesionado, también se pierde el Clásico.