La falta de electricidad vuelve a retrasar sin fecha la apertura del colegio de Camposoto

Los padres de los cerca de 100 alumnos de tres y cuatro años que llevan dos años recibiendo clases en módulos prefabricados continúan sin conocer la fecha en la que sus hijos se trasladarán al nuevo colegio de Camposoto. En un principio, este traslado debía de producirse en enero, pero problemas con la constructora -que desembocaron en una nueva adjudicación- retrasaron el plazo dado por Educación hasta después de la Semana Santa. Sin embargo, ha comenzado el último trimestre y los niños continúan asistiendo a los módulos prefabricados.

Desde la Junta de Andalucía se garantiza que el edificio está ya adaptado para acoger a los pequeños y que el aulario de infantil está terminado. Sin embargo, tal y como destaca la Delegación provincial de Educación, no está garantizado el suministro eléctrico del edificio. Es por ello que el delegado, Manuel Brenes, tienen la intención de reunirse con los padres nuevamente «para intentar consensuar y cerrar de forma definitiva el traslado» de los pequeños, aunque el suministro eléctrico debe ser resuelto por el Ayuntamiento, ya que se trata de una competencia municipal.

La parte del aulario podría funcionar con generadores. Pero los padres se cierran en banda y aseguran que «nuestros hijos no se marcharán para dar clases con generadores. Queremos un colegio que esté totalmente terminado y equipado para nuestros pequeños».

Desde el Ayuntamiento han señalado que la solución para dotar de electricidad estas infraestructuras pasa por colocar una nueva subestación eléctrica en la zona, algo que aún no se ha contemplado. Hasta que esta instalación no se levante, el único remedio posible serían los generadores.

Lo cierto es que el temor de que las nuevas aulas de Infantil no puedan abrir su puertas el próximo curso, por falta de suministro, se ha instalado en los padres. De darse esta situación se produciría un grave problema, ya que se han ofertado 50 nuevas plazas en Camposoto para el próximo año con la intención de que nuevos alumnos se ubiquen en el colegio. Si los problemas eléctricos no se subsanan, Educación debería de buscar un nuevo espacio para estos pequeños y ya que las aulas prefabricadas del el Constitución no tienen plazas libres.

Los módulos prefabricados, tal y como explica una de las afectadas, María Luisa Pérez, «están muy bien, pero no para que nuestros niños pasen su vida escolar en ellos; ya llevan dos años y queremos que estén en el nuevo colegio tal y como nos prometieron».

Otra de las quejas de los padres es la falta de información porque «nadie nos dice realmente cuál es el problema. No nos hablan claro y nos tememos que para el año que viene se repitan de nuevo los problemas», afirma María del Carmen Revidiego.

Aseguran estar muy contentos con el trato dado por el director, y llegan incluso a asegurar que «es por él por lo que estamos en Constitución y lo agradecemos». Sin embargo, no se han sentido arropados por la asociación de padres del Constitución al que piden más compromiso para solucionar el problema.