INICIO. Colocación de la primera piedra de las obras. / S. M.
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Las Salinas tendrá a principios de 2010 un puente de acceso de cuatro carriles y aceras peatonales

La actuación costará 1'6 millones de euros al Consistorio Los empresarios dicen que llevaban años esperándolo

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La primera piedra para el nuevo puente de acceso al Polígono Las Salinas fue colocada ayer ante la atenta mirada de los empresarios y trabajadores de la zona, que llevaban tiempo esperando el proyecto. La actuación cuenta con un presupuesto que ronda los 1.625.000 euros y tiene un plazo de ejecución de nueve meses. La empresa encargada de las obras será la portuense Bahía San Kristóbal, que presentó la mejor oferta al concurso de licitación reduciendo el presupuesto inicial en 300.000 euros y el plazo de ejecución en tres meses.

El puente actual tiene el firme deteriorado por el amplio volumen de tráfico que soporta, es excesivamente estrecho para tener dos sentidos y carece de aceras, por lo que el paso de peatones es difícil y peligroso. «El lugar exigía esta actuación», declaró el alcalde, Enrique Moresco, que calificó el acceso actual como «penoso, sin iluminación y con colas enormes en hora punta».

Las obras duplicarán la plataforma del puente existente, permitiendo que el número de carriles pase a dos por sentido. Además se construirán los acerados necesarios para el acceso peatonal al polígono. Desde el Ayuntamiento se ha destacado «la importancia de adecuar este acceso a las necesidades de quienes lo utilizan».

La acogida por parte de los empresarios y trabajadores de la zona, aunque con algunas voces discordantes, ha sido buena. La mayoría denuncia el retraso en la llegada de esta actuación. «Hace años que ese puente debería de haberse mejorado, ya cuando se construyó, se hizo pequeño», señalaba José Manuel Paz, empleado de una empresa de montaje de cubiertas metálicas. Lauro Arana, dueño de un taller mecánico en Las Salinas, enfatiza una de las mejoras que el nuevo puente aportará: «El acceso peatonal es imprescindible, muchos de mis clientes dejan el coche y yo los acerco hasta la parada de autobús al otro lado del puente porque pasar andando es un peligro». Uno de los primeros empresarios en establecerse en la zona fue José Luis Mimo, que regenta diversos negocios de transporte y maquinaria, que señala que el puente podría tener otros usos además del industrial, «el polígono conecta por el otro lado con la variante, y los coches particulares considerarán la mejora en el acceso como vía alternativa, ya que el doble carril les permitirá no verse atrapados entre camiones». El polígono también acoge muchos trabajadores no portuenses, Celia Medina, jerezana que trabaja en Onda Expansiva como telefonista, señala que las obras tendrán más inconveniente que beneficios, «todavía no hay señalización de por dónde se nos desviará, así que tendré que entrar más temprano».