FÚTBOL | CLASIFICACIÓN PARA EL MUNDIAL 2010

Riera y Xabi lideran la remontada en el 'infierno' turco

El equipo de Del Bosque nunca perdió la cara y casi sella el visado para Sudáfrica (1-2)

ESTAMBUL (TURQUÍA) Actualizado: Guardar
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Triunfo espartano, con más esfuerzo que buen juego. La selección supo salir, de nuevo, del atolladero frente a una Turquía que se jugaba mucho y que dejó un pobre sabor de boca. Los de Del Bosque siguen tan confiados en sus posibilidades que pese a verse por detrás en el marcador siempre tienen arrestos para evitar el bache.

Los tres puntos tienen mucho mérito y casi la meten en la fase final del Mundial de Sudáfrica.

Del Bosque modificó el dibujo de los últimos partidos. Volvió a la variante de un solo delantero y metió un centrocampista más para tener el control del partido y dar amplitud al campo. Situó a Xavi en la media punta y entregó las riendas al doble pivote. El movimiento no dio el resultado esperado. La selección sigue algo atascada. Ha perdido frescura. Ya no le brilla tanto la cara, pero no se desdibuja. Ha descendido el ritmo en la circulación del balón y ahora corre demasiado detrás de la pelota. Y ese no es su estilo.

Es cierto que la necesidad de los turcos de salir a por el partido le permitía a España refugiarse en su campo para buscar el contragolpe. Así lo hizo en los primeros quince minutos del partido y pudo romperlo en una volea de Riera a la que respondió Demirel con un paradón. El partido salió feo. No había tal infierno por ningún lado. Arrancó con poca intensidad y menos ritmo. Tampoco Turquía se volcó de manera desesperada. Supo aguantar los nervios y en un despiste de la defensa española, fuera de juego incluido, llegó el primer tanto. Primer disparo a puerta y bingo. Los turcos no se lo creían.

El tanto zarandeó a la selección. Otra vez por detrás en el marcador, como en Bélgica. Metió una marcha más, pero lo único que consiguió fue montar un pequeño correcalles que no le beneficiaba.

Perdió más control y el juego se llenó de impresiones. Turquía se replegó y se esfumaron los espacios. Aparecieron los nervios y en esa tesitura casi le marcan el segundo tanto. El juego de combinación se perdió por el juego de la confusión. Fernando Torres fue siempre un islote entre los centrales turcos y los pocos balones que le llegaron los recibió de espaldas a la portería de Demirel. Los turcos consiguieron sacar a los españoles de sus casillas. Antes del descanso fueron incapaces de encontrar la hoja de ruta para salir del atolladero.

El escenario cambió en la reanudación. Fue en una acción a balón parado. Torres remató y un defensa la sacó con la mano. Xabi Alonso no falló y devolvió a España a la normalidad. Las urgencias cambiaron de bando. La selección rescató una versión más acorde a su estilo. Volvió a manejar el control del balón y se sintió muy cómodo en el contragolpe. Pudo sentenciar en una combinación entre Xavi y Torres, pero volvió a aparecer Demirel. El partido estaba ya demasiado inclinado y las fuerzas empezaron a flaquear en los turcos. La puntilla llegó en el último minuto. Güiza, que había salido por un desafortunado Torres, puso en bandeja el triunfo a Riera. No hubo tiempo para más. Sólo para meter los tres puntos al saco y dejar casi sellada la clasificación para el Mundial.