ASÍ LO VEO

Ferrán Fernández de Ferraz

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Parece el nombre de un mitológico caballero del medievo en plena reconquista de España. Pero no lo es, a pesar de la creencia de la vicepresidenta del Gobierno del extendido síndrome de Don Pelayo, recomendando cataplasmas para evitar alucinaciones. Algunos siguen viendo al moro Manuza en Covadonga. En el sur Boabdil debiera residir en la Alambra, pero allí sólo cohabitan sus leones, mientras en Sevilla, otro personaje de la época, Chaves, sigue aferrado a San Telmo, y parece que por los siglos de los siglos, esperando que no sólo termine la reconquista, sino que esperará con seguridad a la cuarta modernización de Andalucía.

ZP ha negado la crisis más de tres veces, a lo mejor quiere competir con San Pedro. Al igual que éste, el Presidente del Gobierno, los sindicatos y la patronal, los tres negaron la crisis. Tres que niegan, tres veces niegan. Como ven, la crisis terrenal ha pasado al terreno celestial, así podrán echarles las culpas a San Pedro y a todos los ángeles del cielo del castigo divino que la debacle económica supone para todos.

Escuchaba la radio el otro día. Eran palabras de agradecimiento del señor Díaz Ferrán al Ministro de Industria. La palabra que sintetiza la misma es la de baboso. Tantas babas que parecía el estadio previo a un plato de cabrillas con tomate. Así es que ya sabemos a quien responde el nombre de nuestro insigne caballero. Lo de Fernández, no va por de la Vega, es el apellido de la presidenta argentina, que tiene al presidente de CEOE hasta los mismísimos vuelos, los de sus aviones que surcan la Pampa y la Patagonia. Cuatrocientos millones de razones avalan una desastrosa gestión del presidente de la patronal al frente del organismo. Deslindar sus intereses personales como empresario, en este caso asociado a Gonzalo Pascual, con los de presidente de los empresarios es tarea realmente imposible. Se resistió numantinamente, al igual que ZP y los sindicatos, a calificar la situación de crisis. Días antes de las elecciones, ya había adquirido el compromiso de plantarse en el despacho del señor Solbes para departir sobre la nueva legislatura y ahora babosea con el señor Sebastián, cuyos méritos más notorios se centran en dos episodios. En la época de la Oficina Económica del Gobierno en Moncloa, fue el artífice del campeón nacional de la energía de Gas Natural, auspiciando una OPA en detrimento de los intereses de los accionistas de Endesa y provocando un conflicto con la UE en la pugna con EON, para terminar haciendo a Enel, campeona nacional de Italia y España en el sector energético, y como la cosa va de energía, ahora, como ministro, su ocurrencia deslumbrante, por eso de la luz de las bombillas, nos pretende regalar una partida de éstas de bajo consumo, made in china, como particular apoyo institucional a la industria nacional, y eso sí, de la peor calidad existente en el mercado. Toda una lumbrera.