Mueren dos altos cargos de Al Fatah en una explosión en el sur del Líbano

Los dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en el Líbano, Kamal Medhat y Akram Daher, han fallecido, junto a dos escoltas, en un atentado con bomba perpetrado en un campo de refugiados en el sur libanés.

Conocido también como Kamal Nagi, Medhat era uno de los líderes de Al Fatah en el Líbano y mano derecha del máximo dirigente de la OLP en el país, Abbás Zaki, mientras que Akram Daher era el responsable de Deportes de la OLP en el Líbano.

El artefacto estaba compuesto por aproximadamente 20 kilos de material explosivo y ha estallado cuando un convoy pasaba cerca del acceso al campo de refugiados palestinos de Mieh Mieh, cercano a la población meridional de Sidón. El coche quedó totalmente destrozado, según las imágenes que ha mostrado la cadena de televisión libanesa por satélite LBC.

Esta cadena ha citado fuentes de Al Fatah que aseguran que el atentado iba dirigido contra Zaki, quien había abandonado el campo minutos antes de la explosión en un coche parecido al que transportaba a Medhat. Poco después del ataque, Zaki instaba a los palestinos a la contención y calificaba el atentado como una de las mayores pérdidas para su pueblo, especialmente porque ocurrió cuando más se necesitaba a Medhat. Zaki ha asegurado que no habrá consecuencias directas por este crimen y que espera que las investigaciones logren descubrir a los culpables.

Máxima alerta en el campo

Medios locales apuntan que Mehdat, de unos 50 años, se dirigía al campo de Mieh Mieh para tratar de calmar la situación tras un incidente ocurrido el sábado pasado, que causó dos muertos y tres heridos en una pelea entre familias rivales. En el pasado, Medhat ocupó el cargo de responsable de los servicios de Inteligencia de Al Fatah, principal integrante de la OLP.

A la zona del atentado, que se encuentra cerca de un control militar, se han desplazado numerosas ambulancias y policías, así como responsables palestinos. Los refugiados palestinos se encuentran en máxima alerta en el campo, así como en el de Ain Helu, el mayor del Líbano, mientras que el Ejército ha reforzado la seguridad en estos asentamientos. El asunto se encuentra ya en manos de la Justicia libanesa.