NATALIA VERBEKE

«No valgo para maestra, yo sería como la señorita Rottenmeier»

La actriz interpreta a la profesora Adriana en 'Doctor Mateo', la exitosa serie de Antena 3

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Natalia Verbeke se ha convertido en rostro cotidiano de la televisión. Tras participar en las películas GAL y Arritmia, desde 2007 vive volcada en la pequeña pantalla. Primero, en los últimos capítulos de Los Serrano; ahora, la actriz bonaerense está centrada en el último éxito de Antena 3, Doctor Mateo. La serie, que aborda la vuelta de un médico reconocido (Gonzalo de Castro) al pueblo de su infancia, arrasó en su primera emisión con un 26,5% de audiencia.

-¿Cómo es su personaje, Adriana?

-Es la profesora del pueblo, moderna, con sentido del humor, que no se calla nada. Le gusta viajar y tiene debilidad por los hombres problemáticos. Y ahí entra el doctor Mateo, que la tiene pillada.

-¿Y qué tiene el doctor?

-Un sentido del humor muy extraño, muy estirado y prepotente. Habla de una forma muy ruda a los pacientes y todo esto le hace mucha gracia a Adriana porque sabe que, en el fondo, debe haber algo más en esa persona.

-¿Por qué, de momento, cae bien?

-Porque es tierno. Tiene puntos que, cuando los ves, te hacen gracia porque crea mucha empatía con el espectador, a pesar de ser tan desagradable. Pero es una forma de comportarse que el espectador recibe como cómica. Descubre que tiene un crío dentro.

-No como 'House'...

-Él no tiene ese punto de niño.

-El personaje, ¿estaba escrito ya o ha participado en el desarrollo?

-Estaba muy definido, con mucha identidad. Creo que Adriana es el personaje más naturalista. Lo cierto es que todos tienen una característica loca o determinante. También vive con una tara muy grande: persigue a los hombres a los que les va mal.

-¿Se parece en algo?

-Me encanta viajar, me lo paso muy bien con mis amigos y poco más.

-Curiosamente, en Los Serrano también trabajaba en un colegio. ¿Vocación frustrada?

-¿Qué va! (risas). Siempre quise ser actriz. Pero lo de profesora es un papel. La parte en la que tengo que enseñar a los niños, me lo pase muy bien. Pero la enseñanza no es lo mío. Sería muy Rottenmeier.

-¿Cuándo dice sí al guión?

-Nada más leerlo. Me mandaron tres capítulos y recuerdo que nada más leerme el primero llamé a mi representante y le pedí que dijera que sí.

-¿Ha podido ver la serie original, Doc Martin (emitida por la británica ITV)?

-He visto algo en Internet. Creo que nuestra serie se aleja un poco de la original en la edad de los personajes y en dar más cancha al pueblo.

-¿La española es más coral?

-Sí. Hemos buscado más personajes. Doc Martin está muy centrada en el personaje principal. En cambio, en la nuestra todos tienen protagonismo, y para mí el más importante es el pueblo.

Grabar en Asturias

-Es una serie que ha tardado en estrenarse por la guerra de las cadenas. A la audiencia le ha gustado.

-De momento. Es una cosa que nunca puedes saber. A veces funcionan cosas que no me gustan y al contrario. Es una incógnita.

-¿Qué es lo que más le gusta de Doctor Mateo?

-El sentido del humor, a veces naif, a veces sutil e inglés. Y luego, que cuando ves un capítulo te queda una sensación de felicidad. Sólo me pasaba con Sexo en Nueva York.

-Vuelve a coincidir con María Esteve. ¿Cómo fue?

-María es una de mis mejores amigas. Imagínate. Estar en Lastres juntas era como un campamento de verano. Hemos dormido juntas, pese a tener cada una su habitación. Era como una fiesta de pijamas.

-¿Es rival para conseguir al doctor?

-Ya veremos. Pero hay otras, personajes que no son fijos.

-¿Y quién triunfa?

-Depende. Al doctor le cuesta dar un paso, pero cuando lo da, lo da.