ALIMENTACIÓN

Tostadas de Carnaval

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La llegada del Miércoles de Ceniza, la próxima semana, abre el tiempo de cuaresma que no permite los platos de carne y consagró otros como los potajes de vigilia, el bacalao rebozado, en tortilla o al pil-pil, la berza como acompañamiento, hasta las sardinas viejas y el arroz con leche, todo acompañado del ayuno que sólo se hace ahora para perder kilos. También marcan el tiempo de un postre familiar de mucha tradición entre nosotros, la preparación de las tostadas de pan empanadas en leche o, hechas de otra forma: con crema o papilla de harina.

En Vizcaya se han llamado, en general, tostadas o leche frita, en Álava torrijas, en Guipúzcoa torradas, en incluso en algunos lugares torreznos o torrajas. Las de pan las ha hecho siempre Garbiñe con rebanadas del día anterior o con panes especiales, remojando en leche templada con la rama de canela, se pasan por huevo y las freímos en una sartén con abundante aceite de oliva de sabor suave. Una vez fritas sacamos a un plato con papel de cocina absorbente para que suelten el exceso de aceite, pasamos a una fuente de servicio y espolvoreamos con azúcar y canela mezcladas previamente. Las tostadas de crema se preparan de forma similar obteniendo primeramente una papilla batiendo tres cucharadas de harina en leche fría, que se agrega a la leche hervida con azúcar y canela. Después de cocer un cuarto de hora, Garbiñe vierte la papilla en una fuente plana y deja enfriar hasta que solidifique. Luego se parte esa masa en cuadrados con un cuchillo y se fríen en aceite de oliva, espolvoreando finalmente con canela y azúcar.

Naturalmente, se han hecho siempre variantes según las costumbres y zonas. Posiblemente las tostadas son el dulce más célebre de nuestra repostería, un invento al parecer de origen árabe que hizo de una receta para el aprovechamiento de pan duro una auténtica delicia.

Nutricionalmente contienen mucho almidón en sus hidratos de carbono, lo que hace que sea energético, las proteínas del pan no son de gran calidad pero se complementan con las de la leche y el huevo, que aportan buenas vitaminas del grupo B, A y D y minerales como hierro y calcio; el aceite de oliva, buenas grasas insaturadas de calidad, componiendo con el azúcar y en conjunto un postre gustoso y energético (300 calorías por 100 g).