Cádiz: capital del libro en febrero

No es abril pero en Cádiz la celebración en torno al universo del libro es ya toda una realidad, sobre todo en su concepción más artística y profesional. El III Congreso Nacional sobre Bibliofilia, Encuadernación Artística, Restauración y Patrimonio Bibliográfico arrancó ayer en el Palacio de Congresos con las imprecisiones propias de la jornada inaugural, repartidas a partes iguales por las primeras muestras del prestigio que avala a la nómina de conferenciantes congregados y la calidad del resto de actividades paralelas que se han programado para esta edición.

Los talleres de dorado, mosaico, papeles pintados, grabado de hierros para dorar, restauración y fabricación de papel convivieron a primera hora de la mañana con la apertura de la exposición papeles marmoleados y la ponenencia Las Artes Plásticas y el Libro: la Biblioteca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando a cargo de su bibliotecario Antonio Bonet y Correa. El académico esbozó las características e historia de esta institución, fundada en 1752 por encargo de Felipe V. La línea argumental de su exposición se centró en el sentido que ésta, al igual que la mayoría de las Reales Academias y Bibliotecas, ha ido adquiriendo con el paso de los siglos. «Fueron concebidas como un lugar para estudiantes, con una función inmenentemente pedagógica para configurarse después como un lugar de reunión de científicos y dedicado a la investigación», destacó el también ex director del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Durante su corta estancia en Cádiz, el académico ha visitado la Biblioteca de Bellas Artes gaditana, una «joya» a su juicio. «Se nota que la burguesía ilustrada de los siglos XIX y XX trabajó mucho por el arte en la ciudad. Es una biblioteca completísima, un tesoro maravilloso que hay que cuidar», subrayó.

La jornada dedicada al patrimonio bibliográfico español que atesoran las Reales Academias se completó con la disertación del Bibliotecario de la Real Academia Española de la Lengua, José Manuel Sánchez Ron y una mesa redonda en la que participaron, junto a éste, la directora técnica de la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, Pilar Lizán, el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, Javier de Navascués y de Palacio y el director de la Real Academia Hispano Americana de Ciencias, Artes y Letras de Cádiz, Rafael Sánchez Saus.

A última hora de la tarde se inauguró la exposición Encuadernaturas de Andrés Pérez-Sierra como complemento a la presentación del libro El arco y la serpiente, de José Luis Checa Cremades y dedicado a la dinastía de encuadernadores gaditanos Galván.

Hasta el viernes, el patio central del Palacio de Congresos servirá de sede a la media docena de expositores reunidos para la ocasión. Entre los más visitados, el de la Librería Raimundo, sito en la Plaza San Francisco, y el de la Escuela de Arte de Cádiz. El pasado, presente y futuro de estos objetos de arte se funden esta semana en la capital de la Bibliofilia: Cádiz.