Izaskun sueña con La Moncloa

Fue la estrella del programa Tengo una pregunta para usted. Pidió a Zapatero que cumpliera la ley de reservar el 2% del empleo en las empresas -incluso en el Gobierno- a personas como ella, con síndrome de Down. Izaskun Buelta sueña con trabajar en La Moncloa.

Buelta, empleada en una bombonería, nació en Pamplona hace 32 años, tiene cara de niña y mentalidad de joven. Se levanta todos los días a las ocho de la mañana, como las seis compañeras con las que comparte piso en un complejo de la Fundación APROCOR, dedicada a las personas con discapacidad intelectual, en el barrio madrileño de Hortaleza. «Cojo el metro y voy hasta Serrano. Al principio me costó un poco acostumbrarme, pero ahora voy sola. Entro a trabajar a las 11 de la mañana en Embassy» un salón de té y cafetería de renombre en el paseo de la Castellana, donde lleva cuatro años. Ahora está de baja porque sufrió un esguince. «Me pongo el uniforme y trabajo hasta las cinco de la tarde pesando y empaquetando caramelos, regañadas, picos...». Con una parada para comer. Dice que «se come bien», y que los empleados como ella no pagan.«El trabajo es un poco pesado, aburrido, se repite todo, es siempre lo mismo. Me gustaría hacer algo distinto». ¿Como trabajar en las Cortes o en la Moncloa? «En las Cortes no, yo quiero trabajar en La Moncloa, porque quiero trabajar en la Administración, cerca del presidente del Gobierno, sobre todo en La Moncloa». Por eso le entregó su currículum el pasado lunes al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al final del programa 'Tengo una pregunta para usted'. ¿A quién se le ocurrió la idea de entregarle el currículum a Zapatero? «A mí, fue idea mía».

«Que se cumpla la ley»

Ahora se siente abrumada por el inusitado interés que ha despertado su pregunta y su gesto, por la avalancha de cámaras que se han acercado hasta APROCOR, aunque asegura que no lo hizo sólo por ella: «Creo que es bueno para la gente como yo. Para que se cumpla la ley». Una ley que obliga a las empresas con más de 50 trabajadores a contratar a un 2% de personas con discapacidad. Zapatero se fotografió al término del espacio con parte de los que le sometieron a un intenso fuego de preguntas, con Izaskun en primer término. Resulta llamativo que el presidente, en un gesto aparentemente afectuoso, le pusiera la mano sobre el hombro. Pero las fotografías revelan que no tenía precisamente la mano abierta, sino el puño cerrado. Lindezas del lenguaje corporal, que a menudo dicen lo que las palabras enmascaran. Leticia Avendaño, la directora de la Fundación APROCOR, que asiste a la entrevista junto a Mamen Dutilh, que se encarga de las relaciones institucionales, ayudan a la muchacha a completar algunas respuestas. Recuerda que el centro surgió primero como una asociación, en la que la madre de Izaskun tuvo un papel preponderante. En el año 1992 crearon dos centros ocupacionales para personas con discapacidad intelectual. Bajo el presupuesto de «hacer posible que jóvenes con discapacidad tengan una vida plena e independiente, con inclusión social y laboral», la Fundación ha desarrollado desde el año 2003 un servicio de integración laboral. Tras un período de «formación integral» en los talleres y centros con los que cuentan, y de explorar las posibilidades de empleo con las más de 30 empresas con las que tienen firmados acuerdos, se actúa de forma individualizada con el candidato, preparándole para que comprenda el mundo laboral y que se pueda desenvolver en el mismo. Hay un seguimiento personalizado, diario al comienzo, por el preparador laboral de APROCOR. «Algunas empresas están tan orgullosas que incluso tienen a los trabajadores que hemos preparado en recepción».

Primera promoción

La supervisión se va espaciando hasta que el trabajador puede valerse por sí mismo, como es el caso de Izaskun, que pertenece a la primera promoción.

«Al terminar de trabajar cojo el metro, vuelvo aquí y me reúno con mis compis», cuenta Izaskun. Son nueve casas, seis de chicas y tres de chicos, independientes, en las que residen 53 personas. En los dos centros ocupacionales reciben atención 170 personas con discapacidad intelectual, y están a pleno rendimiento una lavandería y tintorería gestionada y operada casi íntegramente por personas con discapacidad intelectual, reciclando prendas y uniformes de Prosegur. Actualmente, la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down ronda los 50 años. «Los martes voy a batuka, que es una mezcla de baile y gimnasia. Los miércoles voy a Radio Enlace, donde soy colaboradora. He aprendido de todo un poco. Algunas veces grabamos. Esta semana me hicieron la entrevista a mí». Otra entrevista más. Como te has hecho famosa. «Me la hicieron mis compañeros... Los lunes y los jueves por la tarde cocinamos. Primero hay que ir a comprar los ingredientes y luego hacemos la cena nosotras. Lo que mejor se me da es hacer ensaladas». Es un taller de cocina, apunta Leticia Avendaño. «Es un caos», admite Izaskun.

«Cenamos todos los días a las nueve. Después de la cena vemos la tele. Nos gusta cualquiera cosa. A veces hacemos yoga por la noche, antes de dormir. A las 10.30 me acuesto». ¿Duermes bien? «Sí, pero estos días no, porque estoy nerviosa». ¿Qué es lo que más te gusta en la vida? «Estar con mi familia y estar aquí, en los pisos». ¿Y cuál es tu sueño más especial? Izaskun responde al instante, sin titubear: «Casarme».