GRAN AFICIONADO. Monchi se dejó ver por el Teatro con Luis Frade y Fede Quintero. / ANTONIO VÁZQUEZ
NOCHE CALIENTE

El viento del Monzón arrastra a los vecinos hacia el Gran Teatro

El coro de la Viña puso la nota emotiva en una función que contó con presencia jerezana, xerecista y sevillista

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El coro de Manué esperaba un diluvio. Barruntaba tormenta. Y el agua salada brotó de las lágrimas de una gente emocionada, que deslazó el nudo de su garganta para rendir el mejor homenaje que se le puede hacer a un carnavalero. Mejor dicho, a dos. La Salle Viña ponía la nota emotiva al inicio de la sesión. Sí que llovió. Con viento del Monzón.

El ex concejal de Fiestas y antiguo componente de la agrupación de la peña Lasaliana, Juan Antonio Guerrero, no podía aguantar la emoción entre bambalinas. «Habéis sonado de maravilla», exclamaba emocionado. El público respaldaba sus palabras con el aplauso y el cariño del final del popurrí.

El ambiente ya estaba caldeado. Aparecía en escena la chirigota de Aguilar de la Frontera (pocos cordobeses debido a la fortaleza de la sesión), y los aficionados no se movían de su butaca. Expectantes escuchaban con respeto a la charanga de la ciudad califal, sesgando un conato de cachondeíto gallineril.

Juan Fernández, Joaquín Quiñones y Juan Carlos Aragón tenían asignados de antemano los papeles protagonistas, pero un inesperado cuarteto fue quien arrancó las sonrisas más sinceras. Cogía por sorpresa a un coliseo lleno para ver a La Pensadora, y por un momento no pensó más que en reir. Eso mismo comentaban los amigos de Porcelanosa y JJ Andaluza en el palco de LA VOZ.

Lástima que Ramón Verdejo, Monchi, tuviera que atender distintos compromisos a pie de barra y se perdiera algunos de esos momentos. El director deportivo del Sevilla se dejó ver por vez primera este año en el templo de los ladrillos coloraos. Quedan muchas más. Forma parte del jurado de Marca que elige la mejor copla deportiva del Concurso, y esa es su gran excusa para desconectar del estresante fútbol. Lo mismo que tres xerecistas que lucieron liderato en el Falla. «El Carnaval se vive de forma más tranquila», afirmaban Antoñito, Pedro Ríos y Jorge Luque, que atravesaban la frontera para ver «a la comparsa de Aragón», y de paso Quiñones le endiñó esa letra contra la alcaldesa jerezana.

Deportistas

No acaba aquí la versión futbolera de la noche fallera. Pepe Mata andaba de resaca, carnavalera se entiende, después de la actuación de su genial comparsa.

Pero Jerez no sólo trae futbolistas. De nuevo acudían al teatro las veteranas ninfas de la capital del vino, que contagian alegría por todas las esquinas del templo.

Ruido, algarabía, murmullo constante. Hasta que se abren las cortinas y surge en escena el grupo de Aragón. Hasta suena el silencio. Las ganas son inmensas. Pero el repertorio no conecta (salvo el segundo pasodoble, a Martínez Ares), y todo queda en un gélido aplauso. Gestos torcidos. Caras tristes abandonando el teatro. Parece que la sesión ha terminado. Que más allá, no hay nada. Y así fue.

Casi no hay entradas

La jornada de anoche reventó las taquillas e internet el primer día. Y es que el ritmo de ventas es tremendo. Para hoy quedan 48 localidades disponibles, el sábado ya está agotado, y para el viernes quedan tres. Sólo 54 libres para el domingo 1 de febrero. Así que lo que resta de semana es previsible que el Falla estará a reventar. La red ha agilizado mucho la venta, siempre rodeada de polémica.