homenaje en san sebastián

La Audiencia Nacional defiende su instrucción en el caso De Juana ante el juez de Belfast

Velasco explica al magistrado irlandés que las expresiones utilizadas en la misiva hay que contextualizarlas en el entorno abretzale

MADRID Actualizado: Guardar
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El juez Eloy Velasco ha contestado al de Belfast Tom Burgess que sólo le corresponde al instructor de la causa abierta en España contra el ex preso etarra José Ignacio de Juana Chaos determinar si es delictiva la carta leída en su nombre en San Sebastián el día de su excarcelación, el pasado 2 de agosto.

En su respuesta a una petición del juez de Belfast para que le aclarara diversos aspectos de la misiva, Velasco, que defiende el carácter delictivo de la misma, advierte a Burgess de que su análisis "sólo puede consistir en un breve examen de la tipificación de lo imputado" porque "el enjuiciamiento en concreto es misión exclusiva" del que reclama al acusado.

Hace una semana, Burgess decidió mantener en libertad bajo fianza de 6.000 euros a De Juana mientras aclaraba estas dudas, que por el momento le han impedido tomar una decisión sobre la entrega del ex preso etarra a España.

Problema de libertad de expresión

Velasco le explica ahora que las expresiones que figuran en la carta como la de "Aurrera bolie" (literalmente, adelante la pelota) "no se dicen para que las interprete un juez extranjero, sino los asistentes al acto de homenaje en donde el texto se lee, y en donde continúan actos violentos en nombre de supuestas ideas políticas nacionalistas vascas, que perfectamente se pueden defender democráticamente sin usar la violencia".

El juez defiende que hubo enaltecimiento del terrorismo y que, por tanto, no se trata de "un problema de libertad de expresión" sino de la confección de unos textos que, leídos ante unas quinientas personas, "sin duda configuran una intención criminal de aleccionarlas en la continuación de medidas violentas".

La expresión "Aurrera bolie", según un informe de la Guardia Civil, es empleada por la izquierda 'abertzale' como estímulo a la lucha armada. Velasco concluye, por lo tanto, que se ha superado "la barrera de la libertad de expresión" para "incurrir en una clara inducción a la consecución de objetivos políticos por medios violentos", además de provocar "un enorme daño y dolor" a las víctimas del terrorismo.

El juez añade que en el mismo acto se homenajeó a otro terrorista, Domingo Iturbe, 'Txomin', y que se pronunciaron otras frases con la clara intención de incitar a la violencia "por mucho que estén medidos y precisen de conocimientos sobre la historia del terrorismo vasco para entenderlos". "A lo anterior -agrega- se suma el contexto de un acto que corta una calle de una ciudad, que no estaba permitido por las autoridades gubernativas, al que no se deja entrar a la prensa porque se profieren veladas amenazas en caso contrario y en el que figuran anagramas en pancartas de organizaciones terroristas ilegalizadas".