CÁDIZ

Un 'kick boxing' fuera del ring

La Policía Local de Cádiz instruye en técnicas de defensa y autoprotección personal a quince mujeres víctimas de la violencia de género

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Por lo general, llegan cabizbajas. Tienen la autoestima bien enterrada. Pero en una semana logran ejercer cierto control por sí mismas. Una quincena de mujeres, víctimas de violencia de género, atienden desde ayer a lecciones de autoprotección para la seguridad personal en caso de sufrir amenazas, acoso o una agresión física.

La Policía Local comparte esta iniciativa con el Instituto Municipal de la Mujer de Cádiz, que ayuda con anterioridad al grupo de alumnas. El jefe de área de Tecnología Policial, José Carlos Vera, dirige este curso que completa los asesoramientos jurídicos y sociales con que ya cuentan estas mujeres.

«Ganar segundos». Vera resume así el objetivo principal de estas técnicas de defensa. «Con un sencillo impulso del propio cuerpo, cualquiera puede zafarse de un ataque», asevera. En este sentido, la sorpresa y la anticipación son factores que juegan a favor de quien esté en apuros.

No se trata de dar un golpe estratégico. Ni han de confundirse estas técnicas con cualquier arte marcial. «Se trata de utilizar medios que no comporten luego ningún riesgo frente a la justicia», aclara el agente.

Ya sea frente a un agarre de muñeca o una situación intimidatoria con un arma blanca. El gesto es sencillo. «Y, lo más importante, puede llegar a salvarte la vida», subraya Vera. Esta medida no debe realizarse de forma aislada; una vez han escapado, las víctimas deben llamar a la Policía Local. Este cuerpo ha establecido un sistema por el que cuando entra la llamada de una mujer maltratada, el resto queda en espera.

La agente Isabel Montenegro instruye en protección integral. Ella, al igual que otros compañeros, trabaja con implicación extra en estos casos. Viven la alerta en casa de la víctima. En muchos casos, suele pasar un periodo de tiempo importante hasta que la afectada decide denunciar. Es el llamado «ciclo de violencia»: la tensión se acumula en la pareja. Posteriormente, la fase se agudiza y se concreta en el maltrato físico. Y, finalmente, llega el arrepentimiento del agresor, etapa que los expertos denominan «luna de miel», tras la que, indefectiblemente, llega otro estadio de tirantez. El efectivo policial vive todo este proceso cíclico. Protege, asesora e imparte formación a las atendidas.

Complemento

Es importante que conozcan qué es la violencia doméstica o las garantías de interponer una orden de alejamiento. Solamente en situaciones de alto riesgo les informan sobre otro tipo de recursos a su alcance. El conjunto de alumnas actuales ya han recibido otros seminarios . El presente curso de autoprotección «recicla los conocimientos adquiridos». Tanto Isabel Montenegro como José Carlos Vera, están de acuerdo en que «era necesario reforzar a la mujer maltratada en su autoestima y confianza». En definitiva, que sea capaz de salir adelante por sí misma. Eso sí, «únicamente en encuentros imprevistos donde la víctima se vea a solas con su agresor por unos minutos», especifican.

A través de la web www.operaciontacticapolicial.com, la Policía Local de Cádiz condensa las líneas principales de actuación mediante vídeos explicativos. A Vera le preocupa sobre todo cómo llegan estas lecciones a la sociedad. «Hay que ser congruente con lo que se enseña para la calle». Desliga las influencias de deportes, como el kick boxing. El objetivo de estas enseñanzas a particulares «está encaminada a neutralizar el ataque». «Suprima la agresión impidiendo cometer la acción», reza uno de los apartados didácticos.

La analítica de riesgos se configura como clave para la eficacia de este sistema. Las alumnas son quienes mejor conocen estas situaciones, sus causas y consecuencias. Poco a poco, pisan firme. «Aunque esto no dura lo mismo que el curso, es el día a día de ellas», apostilla Montenegro.