Economia

La zona euro entra en recesión por primera vez y España se queda a las puertas

El Instituto Nacional de Estadística prevé que la economía nacional se contraiga durante dos trimestres consecutivos, algo que no sucedía desde 1993

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La zona euro ya está en recesión y España sigue el mismo camino. Los expertos sostienen que una economía se encuentra en recesión técnica cuando registra dos trimestres consecutivos de caída del producto interior. Por vez primera desde su creación, en 1999, el conjunto de los Estados de la moneda única acumula ese periodo de contracción. La española no ha llegado a tal extremo, pero avanza en esa trayectoria sin previsible marcha atrás: el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que el Producto Interior Bruto nacional cayó dos décimas entre julio y septiembre con respecto al trimestre anterior, y todos los indicadores adelantados reflejan que en los meses transcurridos desde entonces la actividad va a menos. Atrás queda el mínimo avance del 0,1% registrado en los meses de abril a junio.

El INE ratifica con su dato adelantado el final de una muy larga etapa de bonanza económica. Para encontrar otro periodo de retroceso en la economía española hay que remontarse al segundo trimestre de 1993. De escaso consuelo sirve la comparación interanual -el PIB avanzó el 0,9% entre julio y septiembre respecto al mismo trimestre del pasado año-, porque esa tasa es nueve décimas inferior a la registrada en los tres meses precedentes. Estadística informará en detalle de las causas de la caída el jueves día 19, pero ya anticipa que el fuerte frenazo del consumo de las familias y la de la inversión no se ha visto compensado por la relativa mejora del sector exterior. «España difícilmente puede evitar el empeoramiento económico coyuntural generalizado», comentó la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega al término del Consejo de Ministros de ayer.

Francia se salva

La explosiva combinación de la grave crisis financiera internacional, con su secuela de sequía del crédito, y los incrementos de precios de las materias primas han llevado a los grandes 'motores' del área monetaria europea a la paralización. Alemania ya ha reconocido su entrada en recesión, y en esta misma situación se encuentra Italia, que ayer dio a conocer una caída del 0,5% del PIB en el tercer trimestre, que sucede al retroceso del 0,4% registrado durante el segundo.

Francia se ha librado por muy poco. Su economía creció el 0,14% de julio a septiembre, tras registrar un descenso del 0,3% en el segundo. La ministra de Economía, Christine Lagarde, celebró un dato positivo y sorprendente: «No estamos técnicamente en recesión», precisó. Los expertos ya daban por descontado un nuevo resultado negativo. Las estadísticas recopiladas por la oficina europea Eurostat reflejan que, junto a Alemania e Italia, también en Irlanda se han sucedido dos trimestres consecutivos de contracción económica, aunque se trata, en este caso, de los dos primeros del año, a falta de difundirse la evolución del tercero. Holanda registra un semestre de estancamiento y los bálticos Estonia y Letonia acumulan registros negativos.

Por añadidura, también el conjunto de la Unión Europea se resiente del pésimo momento de la economía. Lastrada por el retroceso del 0,5% en el PIB del Reino Unido en el tercer trimestre, que siguió a la práctica congelación del segundo, la economía de los 27 ya muestra un descenso del 0,2% en el periodo julio septiembre. La comparación con el mismo periodo del año anterior todavía refleja un aumento del PIB del 0,7% en la zona euro y del 0,8% para todo el territorio comunitario.

Diferencial en mínimos

La fuerte desaceleración económica ya tiene impacto en precios. La inflación de la zona euro se situó el pasado octubre en su nivel más bajo de los últimos nueve meses para quedar en una tasa del 3,2% anual, según confirmó Eurostat. El diferencial de inflación de España se coloca, para ese mes, en 0,4 puntos, próximo a sus mínimos históricos. En los Quince, el avance del índice de precios de consumo sigue una trayectoria descendente, del 3,6% en septiembre y del 3,8% en agosto. El nivel récord se alcanzó en los meses de junio y julio, con tasas del 4% que reflejaron el auge de las cotizaciones del crudo en los mercados internacionales.

El Banco Central Europeo se ha anticipado a pronosticar que las cifras anuales de inflación «seguirán bajando en los próximos meses en la zona euro hasta situarse en niveles compatibles con la estabilidad durante el próximo año». La autoridad monetaria europea considera que un 2% de incremento de los precios es el máximo tolerable, y ahora piensa que, si el crudo no proporciona un nuevo susto -algo improbable, por la debilidad de la demanda-, los Quince países de la moneda única incluso podrían registrar tasas inferiores más adelante. Con todo, cree que si bien «los riesgos al alza para la estabilidad de precios están disminuyendo», aún no han desaparecido por completo.