ASÍ LO VEO

Transpariencia real y Real

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Transparencia y regulación adecuada de los mercados. Eso es precisamente lo que ha fallado en la llamada crisis financiera y que ha estado a punto de provocar un auténtico cataclismo económico mundial. Exactamente lo contrario de nuestra Reina, tan transparente ella, que hasta el azul de su sangre la ha dejado ver correr por y entre sus venas. Se ha desnudado entre sus súbditos y hasta para eso ha derrochado elegancia y discreción. Su desnudo no estaba previsto, era tan imprevisible como la caída de Lehmann brothers. Pero, cuando se cumplen 70 años y hace tiempo que uno pasó la crisis de los 40, hay que pasar de regulaciones y convencionalismos y si alguien se molesta «pons» que se joda. Majestad, yo soy un súbdito de toda la vida y por los siglos de los siglos, que comparte hasta las comas «de lo que parece ser» Ud ha dicho. Pocas veces me identifico en tantas cosas con nadie. Yo pensé que estaba sólo y mira por donde, pensamientos y opiniones Reales invaden mi espíritu. Me dicen que son absolutamente reales en una gran mayoría de españoles esos mismos pensamientos Reales. Dejemos pues que S.M. el Rey cumpla sus obligaciones constitucionales conforme al artículo 58 de la Constitución, con transparencia y conforme a la regulación y su consorte transmita sus pareceres, así de paso nos enteramos de casi todo ya que el que se acuesta en el mismo colchón, se vuelve de la misma condición.

La confianza como sustento invisible de la economía tiene mucho que ver con la transparencia. No se pueden negar las evidencias de los hechos económicos para obtener rédito político, porque al final agravas la situación más de lo que la naturaleza de los acontecimientos traerían consigo. No se puede hacer patriotismo de mentirijilla para poder fundamentar una postura totalmente errónea y además, retrasar hasta extremos inverosímiles la toma de decisiones, por que claro, ¿como se van a tomar éstas adecuadamente si se niega la situación sobre la que hay que actuar?

Milton Friedman escribió hace años un manifiesto publicado por la Bolsa de Chicago en el que defendía la liberalización de los mercados financieros. Fue el embrión y el fundamento intelectual de lo que se denominó el mercado de futuros de divisas y origen de los hoy conocidos mercados de futuros. Uno más de la interminable lista de instrumentos financieros que han posibilitado la pervivencia del capitalismo y por que no, del bienestar de las sociedades donde impera ese sistema económico. Curiosamente, pocos años más tarde caía el muro de Berlín y el capitalismo certificaba su victoria definitiva sobre el comunismo. Había vencido la filosofía liberal de la vida en su conjunto frente a la opresión del Estado contra el individuo, que únicamente podía certificar su alienamiento. Pero, las sociedades libres, las que se asientan sobre la economía de mercado, deben tener una aspiración natural en lo económico, la tendencia a la perfección de los mercados. Sólo la transparencia, la sana competencia y la adecuada regulación (leyes y reglas que garanticen su correcto funcionamiento y su control y fiscalización, para alcanzar así esa «perfección») por un Estado fuerte, pueden posibilitar el correcto funcionamiento de todos los mercados. Se parte de una premisa básica, sin Estado la economía de mercado no puede funcionar y además sería imposible su desarrollo y constante perfeccionamiento en beneficios de todos.

La trascendencia del concepto de transparencia es indudable en una economía como la nuestra. No entiendo la pretensión del Gobierno consistente en no hacer público el nombre de las entidades que vendan sus activos al Fondo de Adquisición de Activos Financieros. Una muestra más de la opacidad y falta de transparencia con la que se ha llevado a cabo todo lo concerniente con la «crisis» desde que «no existía» hasta ahora que «ya existe y ¿como existe!». Al final, el Gobierno ha dado marcha atrás y ha optado por la transparencia viscosa, la que no deja ver más allá de la claridad y acallar las voces alzadas contra semejante tropelía, una más de este Gobierno que sólo nos informará a toro pasado (cuatro meses) de las contingencias vividas por el Fondo. Ahora entiendo por que el «banquero», «el más banquero» habla maravillas de la política económica del Gobierno es de bien nacido ser agradecido y sí además me hincho de ganar todavía más dinero pues más agradecido y que maravilla de planteamiento económico hace este Gobierno... El que fue oyente en el Gobierno, el que era todo orejas, vamos Alfonso Guerra, dijo una vez que después del paso de los socialistas por el poder, a España no la iba a conocer ni la madre que la parió. Pues bien, las catastróficas cifras de desempleo van a ser nuevamente conocidas por Solbes, antes con González y ahora con ZP.