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La economía provincial pasa de liderar el crecimiento regional a estar muy cerca de la parálisis

Cádiz pierde en seis meses todo su empuje de 2007 y ya es la segunda peor provincia de Andalucía y bordea la recesión El avance gaditano fue de apenas un 0,9% entre abril y junio

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Crisis es crisis y cada uno la entiende, define o afronta como pueda o quiera. Una recesión es bastante más seria y no admite demasiada discusión porque hay significado académico: un territorio entra en periodo recesivo cuando encadena dos trimestres consecutivos con una caída en su crecimiento del Producto Interior Bruto.

Mientras España coquetea ya con esa posibilidad, las autonomías y las provincias pueden ser las primeras en caer. Hasta el momento, las dos andaluzas que han comprado más papeletas son Almería y Cádiz, ya que son las que presentan porcentajes más cercanos al cero (del 0,6 y el 0,9%, respectivamente, en el periodo comprendido entre abril y junio de 2008 frente al 1,6% de Andalucía y el 1,8% de toda España). Si el país está al borde de la parálisis creciendo el doble que la provincia, no hay que hacer ni la cuenta con Cádiz.

Analistas Económicos de Andalucía (dependientes de Unicaja y único servicio de estudios que analiza la macroeconomía al nivel provincial) publicó ayer sus perspectivas para otoño y en Cádiz va a descargar más de un temporal en lo que resta de año y primer tramo del que viene. En sólo seis meses ha pasado de ser la locomotora de la comunidad autónoma (con un avance al cierre de 2007 del 3,6%) a frenarse hasta un 0,9% que augura mayores problemas a partir de ahora. La estación de paso entre una y otra lo fijó el primer trimestre, cuando la provincia ya sólo crecía al 2,5% (el escalón ha sido, por lo tanto, sensiblemente más acusado a partir de abril, puesto que en el inicio del año la economía frenó seis décimas y en la primavera se ha calado en 16 décimas).

Los malos presagios para el futuro vienen de todas partes. Del empleo, en primer lugar, que acabó la primera mitad de 2008 con un retroceso del 3,4%, motivado tanto por ser la segunda provincia donde más trabajos está perdiendo la construcción (sólo superada por Almería) como que el sector servicios no está sirviendo de catalizador. La principal consecuencia es esa tasa de paro récord en la península y esos más de 130.000 parados. Y subiendo.

Todo esto, y aquí viene la ratificación de que lo peor está por llegar, antes de que pasara el verano y el paro descubriera sus verdaderas cartas. Hay más: el sector hotelero acumulaba problemas, con recortes en la contratación de este año con respecto a la temporada alta de verano, y con reducciones drásticas en el tráfico de viajeros a través del aeropuerto de Jerez.

¿Y cómo se pasa de ser la mejor a caminar entre los cascotes? El Colegio de Economistas, los empresarios y los sindicatos siempre han estado de acuerdo en el análisis: el patrón de crecimiento gaditano se ha confeccionado casi exclusivamente con las puntadas de la construcción. Eso explica el acelerón experimentado en 2007 (el verano del año pasado fue el mejor año de la historia de la provincia en materia de empleo y una de las mejores épocas en todos los indicadores económicos) y el batacazo actual. Fuera el andamio, ha quedado el vacío y el consecuente desplome. Hubo cierto espejismo en los primeros pasos de 2008, puesto que la licitación pública compensó el parón inmobiliario, pero llegaron las elecciones y se paralizaron las obras. Mientras tanto, y como aseguran los analistas de Unicaja, el consumo privado, la creación de empresas, las matriculaciones de vehículos o los efectos impagados presentan cifras que ocupan el podio dentro de la comunidad andaluz. En lo malo, se entiende. La industria y un turismo fuerte serían las tablas de salvación.