El BCE y la Reserva Federal rebajan los tipos para aliviar el colapso financiero

En una actuación coordinada sin precedentes, los bancos centrales de la zona euro y Estados Unidos, amén de las autoridades monetarias del Reino Unido, Suiza y Canadá, decidieron recortar medio punto el precio oficial del dinero en las respectivas regiones. Si su propósito fue calmar los mercados, estas acciones se saldaron con un rotundo fracaso. Los inversores tampoco reaccionaron bien a actuaciones individuales, como la constitución en España de un fondo que ayudará a bancos y cajas a financiar a sus clientes.

La Bolsa española caía a su nivel más bajo desde septiembre de 2005, hasta los 10.297 puntos. El Ibex perdió un 5,2%, pero aún fue peor el desplome del CAC-40 de París en un 6,38%, mientras que el Dax de Francfort registró una contundente caída del 5,88% y el Footsie 100 de Londres cedió prácticamente lo mismo, un 5,18%. La Bolsa de Nueva York continuó cayendo ayer, por quinta sesión consecutiva, incapaz de capitalizar las iniciativas de la Reserva Federal estadounidense. En Wall Street las pérdidas se moderaban y disparaban sin dejar respirar a los inversores, y la relación entre el euro y dólar se estrechaba hasta un tipo de cambio de 1,367 unidades entre ambos por la pérdida de posiciones de la moneda única.

Tintes de emergencia

Mientras la tormenta financiera arreciaba a uno y otro lado del Atlántico, los responsables de la política monetaria tuvieron que dejar atrás los recelos y la programación prevista. El todopoderoso Banco Central Europeo se despidió de sus aspiraciones de autonomía en sus mensajes a los mercados, y hubo de plegarse a las fortísimas turbulencias. Por eso anunció, fuera de calendario, que el tipo de interés de referencia en la zona euro experimenta un fuerte descenso para quedar en el 3,75%. En el caso de la Reserva Federal, la decisión dejó la tasa de los fondos federales en el 1,5%. La justificación del BCE revistió tintes de emergencia, disfrazados de argumentaciones que no sonaron convincentes.

«Las presiones inflacionistas han comenzado a moderarse en algunos países, como consecuencia, en cierta medida, del acusado descenso de los precios de la energía y de otras materias primas», aseveró. Por eso, la autoridad monetaria europea se dispuso a hacer frente a los riesgos provocados por la «creciente intensificación» de la crisis financiera, que ya se dejan notar en el crecimiento.

El banco central de China se unió a los principales bancos centrales del mundo y recortó el tipo de interés para préstamos a un año en 27 puntos básicos, en un esfuerzo por estimular el crecimiento económico. Es la segunda rebaja que la autoridad monetaria china anuncia en el último mes. La institución decidió igualmente un recorte equivalente en los tipos de interés para los depósitos a un año.

El Banco de Japón no está en disposición de seguir ese ejemplo. Sus portavoces, tras expresar un convencido apoyo a la acción concertada de la Fed estadounidense, el BCE y otros grandes bancos centrales para recortar los tipos de interés, manifestaron que no podían secundar la iniciativa por el bajo precio del dinero que ya se aplica en aquel país. Japón ha mantenido el tipo de interés de referencia en el 0,5% desde febrero de 2007, el nivel más bajo de las grandes economías occidentales.