FELICES. Los amarillos celebran un gol ante la desesperación de los melillenses. / ÓSCAR CHAMORRO
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El Cádiz gana con solvencia y fútbol a un decepcionante Melilla

El primer gol y la expulsión de Acorán dejan el partido sin más historia

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Poca historia. Cuarenta minutos a lo sumo, y sin excesiva brillantez. El tiempo que transcurre desde que el árbitro inicia el partido y lo finaliza con la rigurosa expulsión de Acorán. Este Cádiz posee un potencial tremendo, que rebosa la categoría y que sólo necesita del pulimentado y la pizca de suerte para convertir en pequeño accidente este descenso a los infiernos. Carranza impresiona, la defensa se solidifica. Si para colmo el viento sopla a favor, y en el sentido más literal empujando la bola a las mallas del rival, la trituradora amarilla es imparable. Suma y sigue. Sólo queda disfrutar con tranquilidad y pensar en la próxima cita.

El juego sube de nivel, pero la escuadra de Gracia también. La placidez con la que lograba la victoria en la mañana de ayer no ha de confundir a nadie. El Cádiz lo hace fácil una vez que se guarda las espaldas y mantiene la intensidad en los momentos oportunos. El Melilla no es ni más ni menos que el típico conjunto de Segunda B, rocoso, fuerte en defensa y que aprovecha la debilidad de su oponente. Depende de su rival.

Eso es lo que luciría en esos primeros minutos, aguantando con sapiencia la embestida local y buscando el regalo de una zaga bien comandada ayer por el recién llegado Mansilla. El once de Pastelero se parapeta atrás y lanza contragolpes aniquilados perfectamente por la retaguardia amarilla. En defensa, deja sin espacios a un Cádiz impreciso, pero sobresaliente en actitud y ganas.

Pero una falta cerca del área, un tanto escorada sirvió para que Caballero sorprendiera a todos y en lugar de centrar se saliera del guión con un disparo envenenado. El cuero sobrevuela el horizonte, sorprende al meta y acaba durmiendo en las mallas gracias a Eolo. A partir de ahí todo fue coser y cantar. Otro gol antes del descanso y un tercero para cerrar el marcador para un Cádiz que ya acosa al líder Jaén.