Un gran paso en su carrera
De la terna de entrenadores que Julio Peguero barajó para entregarle el banquillo Javi Gracia fue quien más predispuesto estaba de entrada. «En cuanto me llamó Julio cogí un tren desde Pamplona a Madrid a las seis de la mañana, de ahí enlacé a Sevilla para reunirme con él. Creo que eso deja patente las ganas que tenía de entrenar a este equipo», recordó Gracia, quien reconoce que para él, entrenar al Cádiz supone «un paso importante en mi carrera», dice.
Actualizado:«Estuviese o no en Segunda, el Cádiz, lo queramos o no, es un club que por historia y afición es diferente al resto», opina mostrando su respeto por el Pontevedra, club del que procede y que entrenó dos temporadas.