Los albanokosovares acusados de asaltar chalés niegan formar un grupo organizado

Los juicios pocas veces son como en las películas, aunque lo que se juzguen en ellos pueda contener material suficiente para un telefilm sobre mafias y ex militares del Este metidos a ladrones de viviendas -persecución incluida- como el caso que se juzgaba ayer en la sección 1ª de la Audiencia Provincial de Cádiz contra trece supuestos miembros de un grupo organizado de delincuentes de procedencia albanokosovar.

Se trata de la banda que entre febrero y mayo de 2006 cometieron hasta nueve asaltos a viviendas de lujo en Jerez y El Puerto, además de una veintena más de robos en empresas y chalés de Granada, Córdoba, Málaga y Madrid. El grupo fue detenido en mayo de 2006 y ayer se celebraba la primera jornada de las ocho que está previsto que dure este juicio, que promete ser largo y complejo (poco cinematográfico).

La defensa de los trece acusados, dividida entre seis letrados, movió ficha ayer para conseguir un acuerdo que redujese la pena a cinco años por persona, ya que «es el máximo que se puede pedir por robo a domicilio» -aducen- sin que haya agresiones ni violencia de por medio, como es el caso. Sin embargo, no lograron negociar con la fiscalía, que mantiene la petición de doce años y medio de pena máxima.

Ayer se tomó declaración a siete de los detenidos, entre ellos a Bislime Kustrime, supuesto coordinador de esta banda que -según el fiscal- actuaba dividida en dos subgrupos en Madrid y en Andalucía. En principio, la defensa no ha indicado que vaya a pedir la absolución, aunque los acusados declararon ayer que no se conocían entre sí, que no habían cometido los robos que se les imputa, e incluso que «nunca pisaron» algunas de las ciudades donde, se supone, robaron. Estos testimonios contradicen, en cambio, algunas declaraciones que hicieron en su día durante la investigación de la Policía, aunque ayer argumentaban que «quizá hubo una confusión en la traducción».

Algunos de los detenidos tampoco se hicieron responsables de las pruebas y objetos robados descubiertos en las viviendas en las que residían, como una bolsa llena de joyas y una radial en un piso franco de Granada, que quedó huérfana de dueño.

A lo largo de la semana comparecerán ante el juez para testificar, algunos de los propietarios de los chalés que fueron desvalijaron, aunque ninguno fue testigo directo de los robos.