Los padres del Costa Oeste protestan por la «inseguridad» del nuevo colegio

A menos de una semana de la apertura del colegio de Costa Oeste, el aspecto en obras que presenta ha causado que unos 300 padres de alumnos se manifestaran ayer ante sus puertas para exigir «el cumplimiento del plazo expuesto por el delegado de Educación», Manuel Brenes. Y es que, según exponen: «No se explica que un colegio que salió en el BOJA en marzo del año pasado, no esté ya acabado».Según el compromiso de la Junta, el centro tendría que estar rematado el pasado 1 de septiembre.

La manifestación no fue programada. Tras una primera reunión que mantuvieron los miembros de la Ampa para hablar del estado en el que el colegio abrirá sus puertas el próximo lunes, decidieron trasladarse al lugar de las obras para comprobar las deficiencias in situ y denunciarlas públicamente. «Va a tener que ocurrir un milagro para que el día 15 el colegio se abra en condiciones», declaró Rocío Ruiz, presidenta del Asociación de Madres y Padres.

Algunos de los padres le pidieron explicaciones al jefe de obra, Elías Pacheco, del estado de las obras. Éste intentó tranquilizarlos y les aseguró que el lunes abrirá el centro «cumpliendo todas las normas de seguridad». «Si ocurre una desgracia yo soy el primer perjudicado, y sí, metería a mi hijo en este colegio», respondió ante la insistencia y preocupación de una de las madres.

A finales de agosto, Brenes realizó una visita a las obras para tranquilizar a los padres. En ésta declaró que aunque las obras continuarían, éstas no afectarían al funcionamiento normal del centro y confirmó la existencia de un plan de seguridad para solventar estos problemas. La finalización total de las obras no está prevista hasta el curso que viene.

Son muchos los problemas que los padres han observado en su toma de contacto con el colegio que ocuparán sus hijos el próximo lunes. El nivel de ruido producido por las obras, el trasiego de maquinaria, la grúa torre o las plataformas de trabajo en altura son algunos de los inconvenientes que producirá el compaginar el curso escolar con seguimiento de los trabajos de construcción. Asimismo destacan el desatino de colocar barrotes para delimitar el perímetro del colegio. «Además de caber un niño entre ellos, se cimbrean cuando se les toca», comentó Beatriz Franco, madre de un alumno.

Por otra parte, critican la decisión del arquitecto, y de la Junta por aceptar el proyecto, de que el suelo del patio de recreo sea de albero. Desde el Asociación de Madres y Padres no se entiende cómo se puede haber pensado en esta posibilidad teniendo en cuenta la suciedad que provoca y el barrizal en el que se convertirá con las lluvias. En este sentido, hay que recordar que la Unión Europea recomienda que los suelos sean de pista blanda.

Desde la Delegación de Educación se dejó claro ayer que «se va a cumplir con el compromiso adquirido de abrir el colegio en perfectas condiciones el 15 de septiembre». Así, aseguraron que mañana llegará al centro todo el mobiliario y que durante el fin de semana se limpiará el colegio. Finalmente, desde Educación se insistió en que «acciones como las protagonizadas ayer por los padres de Costa Oeste únicamente consiguen entorpecer el trabajo de los obreros». Por ello, pidieron «prudencia y confianza a los miembros del AMPA».