CRÍTICA DE TV

Polo

Si nada altera las previsiones, mañana, lunes, podremos asistir en Cuatro a un acontecimiento digno de verse: la ascensión de Rodríguez Zapatero. Es lo que tiene el culto a la personalidad, que siempre termina conduciéndote a algún género de exceso. Por el momento -porque no cabe descartar ulteriores y aún más osados homenajes-, adonde ha ascendido Zapatero es, solamente, a un refugio de montaña: el de Collado Jermoso, en la vertiente leonesa de los Picos de Europa. No lo hizo en solitario, sino con el programa Desafío extremo de Jesús Calleja, que es precisamente lo que veremos el lunes. En la promoción del magno evento no han faltado los tópicos habituales, como ese de que el presidente, zancada larga y vigoroso paso, dejó rezagados a sus guardaespaldas.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En fin, La ascensión de Zapatero vino incesantemente anunciada el viernes noche en la edición regular de Desafío extremo. El incienso incesante privó de cierto protagonismo al relato de ese día, que era, sin embargo, algo mucho más notable que la ascensión presidencial: la llegada al Polo Norte de un equipo del programa capitaneado por Ramón Hernando de Larramendi, sin duda el mejor explorador polar español, al que el público no especializado ya conocía por sus aventuras con Al filo de lo imposible. Entre otros logros, a este caballero le adorna la travesía polar más larga de la historia: 14.000 kilómetros, en tres años sin descanso, entre Groenlandia y Alaska. Hernando de Larramendi es el tipo de persona que hubiéramos necesitado hace cuatro siglos para encontrar el Estrecho de Anián. Como estamos en el siglo que estamos, dedica su talento a cosas como este programa de Cuatro. El reportaje fue estupendo: vívido, convincente, lleno de imágenes hermosas Entre estas últimas no fueron las menos llamativas las de la expedicionaria María March, una especie de versión española de Xena, la princesa guerrera, capaz de darse un baño en el polo norte geográfico sin más protección que su ropa interior: mujeres de España. El programa fue bastante pródigo en detalles de ese género. El más chusco, sin duda, la descripción de una defecación polar a cargo del propio Calleja, el culo al aire a 35º bajo cero.