'HIDROSPORT'. Los minusválidos también pueden disfrutar de la playa gracias al programa. / LA VOZ
EL PUERTO

Por una ciudad más accesible

Casi dos millares de portuenses ven cómo su vida diaria se complica aún más por las numerosas barreras arquitectónicas que sufre la localidad

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El día a día de cualquier persona es complicado, pero si a eso le sumas una minusvalía física la dificultad se triplica o, en ocasiones, directamente incapacita. La gran cantidad de barreras arquitectónicas y urbanísticas generan problemas básicos en la integración y normalización de las personas con discapacidad. «Cuesta, no voy a mentir, pero al final haces tu vida igual que todos, aunque quizás tardes un poco más o tengas que renunciar a algunas cosas», comenta una minusválida de la localidad.

Más de 1.600 portuenses presentan una minusvalía física según el Centro de Valoración de Cádiz. Cifra que se incrementa si se cuenta a los que presentan además una minusvalía psíquica, sumando entonces más de 2.000 personas.

Desde que en 1989 se constituyera, la asociación portuense de discapacitados físicos La Gaviota lleva intentando paliar todas las dificultades de este colectivo a través de un programa de actuaciones muy completo.

En primer lugar, y en lo que llevamos de año, son más de 90 las denuncias que se han interpuesto. Un 45% corresponde a locales que en su mayoría carecen de acceso adaptado. Otro gran número, un 40%, va dedicado al Ayuntamiento, bien por una señalización incorrecta de aparcamientos reservados o por deficiencias en la piscina o el teatro. En todos estos casos los problemas más habituales vienen por «rampas muy elevadas, puertas muy estrechas o la barra del bar muy alta en el caso del teatro; y eso que es de nueva construcción», comenta Irene Ruiz, administrativa de La Gaviota.

En relación al acceso adaptado a los locales, y aunque «la mayoría de las denuncias están siendo estudiadas por el órgano competente del Consistorio a fin de que se cumplan las ordenanzas municipales de accesibilidad», explica Ana Ortega, responsable del área de accesibilidad de la asociación, «consideramos que debería existir personal específico y cualificado que certifique la accesibilidad de los locales a la hora de otorgar las licencias de apertura».

Pero quizás la denuncia que más llama la atención es la interpuesta al Hospital Santa María de El Puerto, que data de 2003. En ella se denuncia como en los otros casos la dificultosa accesibilidad al centro hospitalario debido a que, aunque hay rampa, ésta consta de tres tramos que superan el 12% de inclinación establecida. Uno de ellos casi lo duplica con un 23%, seguido de un 19% y el menor del 14%. Esto hace que sea imposible que una persona minusválida pueda, por sí sola, acceder al hospital.

Pero no todo son malas noticias. Actualmente, «se está llevando a cabo una serie de actuaciones desde el área de Urbanismo: una de ellas es la supresión del escalón en todas las esquinas de las aceras de la Bajamar como proyecto para hacer el centro de la ciudad más accesible», comunica el Ayuntamiento. Este proyecto, además, se está llevando a cabo mediante un taller de empleo.

Pero si el día a día es complicado, las posibilidades se reducen cuando se trata de disfrutar del ocio y el tiempo libre. Un ejemplo de ello es que sólo el 40% de los establecimientos turísticos de la ciudad reúne las condiciones mínimas de accesibilidad. Por ello, La Gaviota está emprendiendo un proyecto de turismo accesible, Guitur, que comenzó el año pasado, y que este otoño culminará con la presentación oficial de la web www. elpuertoaccesible.com. Esta guía pretende ser un referente informativo a la vez que convertirse en un elemento de promoción turística.

Del mar a Julio Iglesias

Por otra parte están los programas de ocio que no sólo los socios pueden disfrutar. Entre ellos destacan el curso de vela adaptada que comenzará en septiembre; y el de hidrosport, que durante este verano unas 25 personas utilizan diariamente. Este servicio se desarrolla mediante un equipo cualificado formado por dos fisioterapeutas, cuatro auxiliares, una coordinadora y varios voluntarios.

Y por último, destaca la iniciativa impulsada por parte del Ayuntamiento, la empresa Servicios Taurinos Serolo y la empresa organizadora del concierto de Julio Iglesias, que acondicionó un espacio junto al escenario «desde el que se veía perfectamente y con acceso desde la puerta principal».

Muchos de los socios que asistieron han comunicado que «aunque fue un buen concierto y agradable, tal vez avisaron algo tarde de este espacio». Esto provocó que quedara mucho espacio libre que otra persona con discapacidad pudiera haber disfrutado.

Además, si bien el precio que se acordó inicialmente era de 30 euros, en taquilla varias personas tuvieron que pagar 135 euros. Desde la organización achacan este percance a «la descoordinación que tal vez se produjo entre la persona de la taquilla y el coordinador del proyecto».

elpuerto@lavozdigital.es