Olimpiadas económicas

El mundo ha cambiado. Sin que apenas nos demos cuenta nos hemos encontrado con un nuevo orden mundial. Un nuevo orden económico en el que ya no mandan los de siempre. Y esto ya está teniendo importantes consecuencias en nuestras vidas.

Y más vale que nos cojan corriendo. Porque de la misma forma que el lema de Coubertain para las olimpiadas era Citius altius fortius (más rápidos, más altos, más fuertes) los nuevos campeones de la economía mundial son más ricos, más numerosos y más inteligentes.

Son más numerosos. Chinos indios e indonesios superan el 50% de la población mundial. En china son ya 1.300 millones y reconocen que no cuentan los 250 millones de sin papeles que tienen (más que la población de toda Europa). Pero eso no es nada, lo verdaderamente increíble es que India superará a China en población en 20 años. Estamos hablando de que si sumamos la población de China más India tenemos el equivalente a la población de 60 Españas.

Pero es que, además de ser más, también tienen más dinero que nosotros. Simplemente les ha tocado la lotería geológica. Estos paises poseen una cantidad masiva de riqueza que proviene de sus reservas petrolíferas. Para que nos hagamos una idea de la magnitud de dinero de la que estamos hablando, podemos poner el ejemplo de los Emiratos Arabes. Se calcula que los ingresos de exportación de petroleo que van a tener de hoy al año 2020 son de 9 billones de euros. Si les diese por repartir esta cantidad entre todos los españoles, cosa poco probable, nos daría a 36 millones de pesetas por cabeza. Tanta es la opulencia en la que viven y tan rápido la han conseguido -no hay que olvidar que cuidaban camellos hace 100 años- que su organismo no se ha adaptado. Uno de cada cinco sufre diabetes, la mayor proporción de diabeticos del mundo.

Aunque por lo que más miedo nos tienen que dar no es ni por numerosos ni por ricos, sino por lo preparados y listos que son. Preparados porque, por ejemplo, todos los años salen de las universidades chinas 500.000 ingenieros industriales de todas las especialidades. Con ese ejército no se puede competir. Y listos porque llevan 20 años atrayendo empresas con sus bajos costes de producción para luego copiarles las patentes. Bueno, para ellos no es copiar. Es famosa la respuesta a la denuncia por plagio que les puso BMW. No es una copia, estamos haciendo «un respetuoso homenaje», respondieron. Y se quedaron tan anchos.

Las consecuencias más importantes que tiene la entrada de estos nuevos campeones en la economia mundial son trascendentales.

Por un lado, la entrada masiva de la población de estos países en el mercado libre es buena para la economía porque crecen nuestros clientes, lo que ha tenido como consecuencia los crecimientos económicos de los últimos años. Pero por otro también está teniendo consecuencias negativas. En pocas palabras han decidido pasar de comer un tazón de arroz a dos y como concentran el 50% de la población mundial, todos estamos sufriendo como consecuencia la subida del precio de las materias primas. Y lo que nos atañe más directamente, que es la famosa subida de los precios de la cesta de la compra.

El uso que le están dando a la riqueza que poseen en la mayoría de los casos por medio de los llamados «fondos soberanos» también está teniendo efectos positivos y negativos. De una parte se están usando para tapar todos los agujeros que tiene en este momento de crisis la economía mundial. Se están salvando muchas empresas gracias a las inyecciones de dinero de los fondos soberanos. Pero por otra estos países se están quedando con el control de estas multinacionales punteras a precio de ganga. Dos ejemplos famosos son el caso de Citigroup y de Tata. Esta última empresa India ha comprado las dos marcas de coches mas emblemáticas de Inglaterra, Jaguar y Land Rover. Un golpe de KO para el ego inglés.

También va a tener importantes consecuencias la agenda de transferencia tecnológica que han mantenido de forma más o menos oculta durante los últimos años. Llevan 20 años aprendiendo de occidente. La consecuencia hoy es que nos inundan los mercados de copias baratas. Mañana nos inundarán con alta tecnología. Ya puso en su día un chino en órbita, India va a producir el coche más barato del mundo (Tata a 1.500 Euros) y en Dubai se están construyendo más rascacielos que en Nueva York (entre ellos el más alto del mundo y uno que se mueve).

La verdad es que todo este cambio tiene algo de justicia poética. Los occidentales han tenido esclavizados a chinos y indios, que durante siglos han servido de mano de obra barata allí donde la ha necesitado El Imperio. Ahora probablemente haya llegado la hora de su revancha. Lo que sí es seguro es que nunca más podremos decir que nos han engañado como a un chino ni que estamos haciendo el indio. Ahora son los chinos los que nos engañan a nosotros y los indios son multimillonarios y les haremos la ola cuando visiten nuestro país.