EL COMENTARIO

La hipoteca

En España, es una costumbre muy arraigada que los poderes públicos traten de corregir los que ellos consideran malos hábitos de los ciudadanos. Para ello han empleado diversos métodos, siendo el más destacado la proliferación de anuncios, en muchos casos impactantes, en la televisión y en la prensa escrita. Quién no recuerda aquel gusano colándose en la nariz de un cocainómano o el No podemos conducir por ti, cuyo mensaje sería amplificado por unas declaraciones poco afortunadas del ex presidente Aznar. Y es que nos han dado todo tipo de consejos concernientes a nuestra vida privada, la mayoría respecto a nuestra salud y seguridad. Así, nos han aconsejado pasear, no automedicarnos, comer una cantidad diaria de frutas y verduras, conducir con precaución, no fumar, beber con moderación o ingerir mucha agua en días calurosos. Sin embargo, la Administración no ha sido tan prolija en consejos económicos, y en vista de la escalada del euríbor la verdad es que no habría estado de más, ya que el famoso índice ha hipotecado, y nunca mejor dicho, a toda una generación de españoles.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El euríbor cerró el mes de junio al 5,36%, encareciendo en tan sólo tres años un 56% la cuota de la hipoteca media. Es decir, y traducido a dinero, si la cuota hipotecaria media era de 574 euros en 2005 ahora es de 899, lo que supone 325 euros más al mes. Pero aquí no ha acabado la cosa. Según los expertos la última subida de tipos del Banco Central Europeo y la propia dinámica de la crisis financiera harán que el euríbor continúe su escalada (en julio cerró rozando el 5,4%) y que la deuda de miles de hipotecados pueda cruzar la línea roja del impago. Recientemente, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) ha aludido a esta circunstancia, alertando de que 60.000 familias no pueden pagar la hipoteca y de que serán el doble a finales de este año.

Era ésta una situación que se podía prever? Evidentemente, sí. Si el euríbor ya había estado en torno al 5% sólo era cuestión de tiempo que volviera de nuevo a esa cifra. ¿Deberían haber tomado los poderes públicos cartas en el asunto? En mi opinión sí, sin ninguna duda.

Sin embargo, visto que el calibre de las deudas que se estaban firmando no era como antes, sino que en demasiados casos suponía la posibilidad de impago hasta la jubilación (o más allá), el deber del Estado era informar de lo que podría pasar en el futuro. Por eso creo que habría sido pertinente algún anuncio televisivo que explicara lo que podía pasar con el euríbor, anunciando que en caso de impago el Estado no podría hacerse cargo de la hipoteca de nadie. Un anuncio que tuviera como lema algo parecido a la frase que da título a este artículo. Digo esto último porque ya se oyen voces pidiendo al Gobierno que se encargue de parte de la cuota del préstamo de quienes no pueden pagar la mensualidad de su hipoteca, algo que éste no puede hacer (o por lo menos no debe) sobre todo por dos razones. Por un lado sería nefasto para la economía, ya que se daría la impresión de que 'Papá Estado' siempre estará ahí para corregir actitudes individuales tomadas irresponsablemente, y por tanto la misma situación, u otra similar, se volvería a repetir tarde o temprano. Pero también sería profundamente injusto para aquéllos que no adquirieron una vivienda, bien porque no pudieron o bien porque vieron la posibilidad de no poder hacer frente a la deuda en un futuro cercano.

Es decir, no sería lícito que aquéllos que hicieron el cálculo correcto, y que por tanto se vieron privados de algo tan ansiado en este país como un piso en propiedad, financiaran vía impuestos a los que tuvieron la irresponsabilidad de endeudarse por encima de sus posibilidades. Con todo esto no quiero decir que los poderes públicos tengan la culpa de unas decisiones tomadas por los ciudadanos de manera individual y bajo su exclusiva responsabilidad. Pero ya que nos han dado, y nos seguirán dando, tantos consejos sobre lo que deberíamos o no deberíamos hacer, no habría estado mal que hubieran avisado de que la llegada de esta situación era cuestión de tiempo y, sobre todo, de que los poderes públicos, es decir, todos los contribuyentes, no pueden hacerse cargo de parte de las cuotas hipotecarias de unos pocos que han hecho mal sus cuentas.