Incendios impunes

a denuncia de Greenpeace de que sólo uno de cada 1.000 autores de incendios forestales acaba siendo conducido ante un tribunal pone en cuestión la eficacia del combate judicial contra los pirómanos, a los que se atribuyen más del 80% de los incendios que se producen cada año en España. La creación de las fiscalías especializadas en delitos medioambientales ha supuesto un indudable refuerzo en la lucha contra el fuego, pero los resultados aún quedan lejos del objetivo que persiguen. La dificultad para reunir los indicios probatorios que faciliten la persecución penal debería ser contrarrestada con el apoyo de medios científicos capaces de detectar la intervención deliberada en las quemas de los montes.