Infiernos escondidos
CALLE PORVERA Hay episodios que estremecen y que provocan en uno sentimientos encontrados, una mezcla de ira contenida y pesar por la suerte que les toca correr a algunas personas. El sucedido en Jerez el pasado jueves por la noche es uno de ellos. Un octogenario intentó tirar a su esposa, de 85 años de edad, por un balcón de una sexta planta después de haberla agredido en una discusión. Afortunadamente, unos agentes de la Policía Local pasaban por allí y vieron a la víctima pidiendo auxilio cuando tenía medio cuerpo colgando y estaba a punto de caer el vacío.
Actualizado: GuardarDesconozco los motivos de la pelea. Es lo de menos. No existe justificación para una acción así, pero más de un cortocircuito tuvo que azotar el cerebro de ese hombre de 85 años para hacer eso.
Puestos a imaginar, imagino que, por la edad, ese hombre y esa mujer debían llevar toda una vida juntos. Habrán tenido, posiblemente, hijos y nietos, y habrán compartido innumerables alegrías y disgustos. El proyecto de vida que iniciaron quién sabe cuándo se suponía que había cuajado al ser capaz de soportar el paso de tanto tiempo.
Pero no todo es siempre como parece. Las realidades que se esconden dentro de muchas viviendas que de puertas para afuera parecen modélicas no lo son tanto. Es más, son escenarios en ocasiones de auténticos infiernos de los que las víctimas se ven incapaces de salir.
No sé qué pasará con el agresor. Posiblemente su edad juegue a su favor en una más que probable condena. Para ella seguro que nada volverá a ser igual. Y todo por culpa de un desgraciado que se suponía que la quería.
