El Ejército iraquí responde a la oleada de atentados con una ofensiva a gran escala

A pesar de que estaba previsto que la campaña arrancara el próximo viernes, el portavoz del Ministerio de Defensa, Mohamad al Askari, reconoció ayer el comienzo del ataque, que se concibe como una respuesta a la última oleada de atentados en la capital del país, Bagdad.

Por el momento, no hay detalles sobre el número de soldados que participan en la operación, denominada 'Buenos Presagios', aunque, según una información publicada hace unos días por el diario oficialista 'Al Sabah', podría estar integrada por más de 50.000 miembros del Ejército y de la Policía, lo que convierte a esta acometida en la de mayor envergadura desde la caída, hace ya cinco años, del régimen de Sadam Hussein. «La campaña persigue la eliminación de Al-Qaida y otros criminales, así como conseguir la vuelta a sus casas de las familias desplazadas por la violencia», explicó el general Ali Ghaidan, comandante de la Infantería del país árabe.

Bastión de terroristas

En los últimos meses, Diyala se ha convertido en uno de los principales feudos de la organización terrorista, después de que sus integrantes hayan sido expulsados de otras zonas por los consejos de salvación o las milicias de voluntarios suníes.

'Buenos Presagios' es la última en una serie de ofensivas similares llevadas a cabo con éxito en distintas provincias del país, como el ataque al barrio de Ciudad Sadr en Bagdad.