CONFIADO. Lissavetzky está más seguro que nunca de las posibilidades españolas en Pekín. / LA VOZ
JAIME LISSAVETZKY SECRETARIO DE ESTADO PARA EL DEPORTE

«Los tramposos saben que el cerco se cierra y el sistema funciona»

Ante los ataques del presidente de la UCI, el responsable del deporte español destaca que los positivos en las muestras nacionales han descendido un 39%

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El teléfono del secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, suena sin parar. Ultima los detalles para viajar con la expedición olímpica. Antes de hacer la maleta, sigue atento a las evoluciones de los españoles en el Tour, con polémicas incluidas, y a los rezagados en conseguir el billete.

-La historia se repite: julio y dopaje.

-Es verdad, no es una noticia agradable ni para los ciclistas ni para los patrocinadores. Incluso el pelotón ha dicho que ya está bien, que por unos pocos no se estropee lo que están haciendo otros.

-El presidente de la UCI, Pat McQuaid, ha sido muy duro con España. Asegura que es la «última frontera en la lucha contra el dopaje», debido a los positivos de Beltrán y Dueñas.

-El señor McQuaid se dedica a enfadarse con todo el mundo, a reñir. Se ha enfadado con las tres grandes vueltas. El Tour no lo lleva la UCI, ha expulsado a la Federación Francesa, se ha enfrentado con la Agencia Mundial contra el Dopaje, con todo el mundo. Decía Ortega y Gasset que «cuando se dicen cosas, o se hace precisión, o se hace literatura o se calla uno». Si McQuaid tiene algún dato que salga y que lo diga. Las acusaciones genéricas no vienen al caso. Como subrayaba el director del Tour, la lucha no es contra los países sino contra los tramposos. Estos deben saber que el cerco se cierra y el sistema funciona.

-¿La causa está en el cierre de la 'operación Puerto'?

-Tal vez, pero la abogacía del Estado ha abierto el proceso otra vez a instancias del CSD. Además, recordemos que el dopaje ha descendido en un 39% en las muestras nacionales, se han cerrado una decena de laboratorios clandestinos, se han incautado entre 30 y 35 millones de dosis anabolizantes y la Policía ha detenido a 200 personas en estos últimos tres años. ¿Alguien piensa que España tiene interés en tapar los casos de dopaje? Es que cuando se dicen estas cosas, hay que pensarlas.

-Después del Tour, llegan los Juegos, ¿cómo ve a España?

-En el mejor momento de la historia. Sobresalimos en numerosos deportes: Alonso, Pedrosa, Nadal, Contador, el baloncesto, Pereiro, Mengual, Raña, Gómez Noya además hay que contar con el balonmano, la esgrima o la hípica. España tiene hechos los deberes. En los Mundiales de 2007 se lograron 22 medallas en 12 pruebas olímpicas. Si esto se traslada en Pekín, tendríamos un magnífico resultado. Soy muy optimista.

-Es la vez que más federaciones van, pero la menor participación en 12 años, ¿Por qué?

-Las pruebas de acceso son cada vez más complicadas. También tenemos que decir que algunos deportes de equipos faltarán con respecto a Atenas, como el vóley o el balonmano femenino.

-¿Está preocupado?

-En absoluto. Me preocuparía si sucediera lo de Sidney, donde fuimos con una gran delegación y sacamos poca cosa (11 medallas). Hay otro tema importante que es la conversión de finalistas en medallas.

-¿La competitividad de los españoles?

-Exacto. En los anteriores Juegos, sólo el 20% de los finalistas logró medalla. En Italia, por ejemplo, la cifra alcanza el 40%. Para paliar este déficit, hemos trabajado en un plan específico para cada federación. Por ejemplo, los técnicos de judo han viajado a los Juegos Asiáticos para ver cómo compiten sus rivales y otras federaciones han visto otros métodos de preparación. Con estas actuaciones, este aspecto se ha mejorado y ahora no existen complejos en el deporte español.

-¿Qué deportista puede dar la sorpresa?

-Complicado. Las chicas de sincro o Gómez Noya no se han bajado del podio en todo el año, por ejemplo. Pero creo que la esgrima nos puede dar muchas sorpresas.

-De las instalaciones de Pekín, todo el mundo coincide en que son fabulosas. Sin embargo, ahora vuelve a surgir el problema de la contaminación.

-Los chinos están tomando unas decisiones radicales. Van a parar fábricas, ya han reducido el tráfico. Todo indica que habrá una cantidad de contaminación asumible.

-¿Y los derechos humanos?

-En primer lugar, van más de diez mil deportistas que tienen todas sus ilusiones y han realizado muchos esfuerzos durante los últimos cuatro años para estar ahí a partir del ocho de agosto. Cuando se habla de boicot, tenemos que pensar en esos deportistas. Por este motivo, creo que hay que aplicar a China lo que en la Antigüedad era la tregua olímpica.