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La ciudad que se cae a cachos

Los datos que nos desayunamos cada día son demoledores. Para echarse a llorar. Literalmente. De hecho muchas son las lágrimas que se han derramado en Cádiz a causa de la vivienda. O la infravivienda. Resulta que en esta risueña ciudad se han abierto en un solo año nada más y nada menos que 331 expedientes por falta de seguridad en distintas fincas del casco antiguo. Cientos de casas que cualquier día se vendrán abajo, al menos en parte, mientras casi todos miran hacia otro lado. Estamos tristemente habituados a que cada equis meses, o semanas, un muro, un techo o una fachada se derrumbe. Realojamos a los vecinos y a otra cosa.

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Los políticos, como siempre, se echan las culpas unos a otros, los promotores se quejan de que los fríen a inspecciones, los habitantes de que no reciben suficientes ayudas... y al final lo único cierto es que hay determinadas zonas del casco antiguo de Cádiz que son una auténtica vergüenza. Hace unos días se anunció una inyección económica de diez millones de euros por parte de la Unión Europea -más cuatro que aporta el Ayuntamiento-, lo cual ayudará a aliviar esta situación en zonas como El Balón, La Viña, San Juan o el Mentidero. Nunca es tarde si la dicha es buena, aunque es evidente que mucho ha tardado en llegar.

Y es que para el gaditano que tiene su pisito en La Laguna o en la Avenida, lo de la infravivienda le suena a barrio marginal de Buenos Aires, pero lo tiene ahí mismito, a la vuelta de la Cuesta de las Calesas.

La vivienda, el derecho de todo ciudadano a un hogar digno, es uno de los principales problemas de Cádiz, sino el principal, aunque pocos son los que quieren darse cuenta. Ayuntamiento y Junta de Andalucía deben priorizar este asunto por encima de cualquier otro. Se trata de una necesidad básica que no está bien cubierta. No hace ver falta ver un programa de Cuatro para darse cuenta. Basta con darse una vuelta por el centro y adentrarse en un par de fincas para que se presente ante nuestros ojos nuestro tercer mundo particular. Cuando este asunto se resuelva, podremos contarles a esos miles de vecinos con los que coincidimos en el súper, en el bar o en la playa, que en 2012 se conmemora el bicenenario de la Constitución, que el pájarraco de Puerta Tierra ha habido que arreglarlo porque se ha oxidado o que el Cádiz va a jugar en Segunda B porque además de hacer una lamentable temporada en el campo, tampoco tiene la fuerza suficiente en los despachos como para que le den por ganados tres puntos que, con la ley en la mano, le corresponden.

MUCHA DEMANDA, NULA OFERTA

El problema de la vivienda en Cádiz no se limita sólo a aquellas que están en indignas condiciones. Es mucho más grave. Hay quien ni siquiera puede permitirse un techo de Cortadura hacia adentro. De ahí que la mayor parte de los jóvenes no tengan más remedio que emigrar a Puerto Real, San Fernando o El Puerto, donde el euribor golpea con igual saña, pero al menos los precios son más asequibles. Resulta triste que para una promoción de 36 tristes pisos en García de Sola se hayan presentado ¿¿¿5.913 solicitudes!!! Suerte para ellos, pero va a haber 5.877 que se tengan que pirar.

PROMESAS

El martes estuvo por aquí el consejero de vivienda, Juan Espada. Y afirmó que en 2012 se habrá acabado este problema de la infravivienda. Que para entonces todo el centro estará rehabilitado. Otra promesa más para sumar a esa lista que augura una ciudad de Cádiz absolutamente perfecta para ese entonces. Con sus infraestructuras, su Oratorio, sus rehabilitaciones acabadas, sus museos, sus actos culturales... todo. De aquí a cuatro años, todos felices viviendo en una ciudad ideal de la muerte. Como diría un amigo mío: «No me creo ná».

SIN RECURSOS

Desdramaticemos para acabar, que nos va a dar una úlcera. Hablemos de fútbol. Lo del club de esta santa ciudad es de chiste. O de drama, según se mire. Qué mejor cortina de humo para tapar una funesta campaña que un recurso por alineación indebida. Y un llamamiento a las masas para que salga a la calle a proclamar a voz en grito la enorme injusticia que se ha cometido con su equipo. Cierto, es injusto, pero tanto como que los Paz, Nano, Parri, Casas y demás se hayan paseado por los campos creyéndose alguien en esto del fútbol. Los cuales, por cierto, se van a quitar todos de enmedio en solidaridad con la afición, que seguirá sufriendo en Segunda A o B. Ojalá el recurso del Cádiz prospere, ojalá podamos ver por aquí al Zaragoza y al Celta y no al Antequera y al Roquetas. Y ojalá los dirigentes cadistas se den cuenta de que su gestión desde que el equipo subió a Primera ha sido nefasta y rectifiquen.