Robert Mugabe se resiste a dejar la presidencia de Zimbabue
Es muy probable que Robert Mugabe desconozca la figura y obra de Camilo José Cela, blanco, europeo y parcialmente descendiente de sus odiados ingleses y, sin embargo, ha hecho de su epitafio todo un proceder político. «Quien resiste gana», sentencia el último pensamiento del Nobel español. Esta sencilla y efectiva máxima le ha guiado en los últimos veintiocho años de mandato, los mismos que cuenta Zimbabue como estado independiente. Su autoritaria política, jalonada por episodios de represión masiva y pucherazos electorales, ha sumado críticas que han culminado con la unanimidad en torno al rechazo.
Actualizado: GuardarHoy, mientras se celebran unas elecciones denotadas por la totalidad de la comunidad internacional, se aferra a su forma de gobernar que consiste en copar el poder y aplastar toda disensión.
Ante el incremento del apoyo popular a la oposición del país, favorecida por una situación social y económica catastróficas, el veterano guerrillero, en coherencia con su postulado, impuso la actuación violenta de sus cuerpos de seguridad y fuerzas parapoliciales, hasta el punto de que ya no fue posible mantener la farsa democrática de su régimen.
