FELIZ. Aragonés, en la imagen transmitiendo instrucciones al equipo, se confesó «muy feliz, sobre todo por los jugadores». / EFE
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«Este grupo merece ser campeón»

Luis Aragonés, que pide paz hasta la final, opina que Alemania es «un poco más favorita»

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«Estoy contentísimo por este grupo que ha hecho todo para merecer ser campeón», declaró anoche Luis Aragonés con la alegría contenida mientras los truenos retumbaban en Viena en consonancia con la atronado victoria de España. «Pero nos queda un eslabón y, como decía Lineker, en este juego al final siempre gana Alemania», advirtió en un intento de atar la euforia de la afición. «Llegar a la final es un hito importantísimo, y con el fútbol que se ha llegado, también», valoró antes de añadir que Alemania «es un poco más favorito porque está más acostumbrado a jugar finales».

Luis Aragonés rogó que cesen los rumores sobre su futuro profesional de aquí al domingo. «Quisiera que se acabase la polémica y nos dejasen tranquilos. Se trata de ganar la final. Luego ya hablaremos de todo», dijo antes de dejar caer que «yo he oído a los portavoces de la federación y, como sabéis, es muy posible que me marche a un equipo».

El técnico madrileño comentó que su equipo había comenzado el partido desarrollando el juego que le convenía a Rusia al entrar en una dinámica de jugar demasiado largo. «A partir de empezar con el toque, ha sido nuestro partido más completo en los aspectos ofensivo y defensivo porque hemos llegado con muchas oportunidades de gol, algo muy difícil en una semifinal», expuso el seleccionador.

Entusiasmado por el fútbol desarrollado por sus pupilos, Luis proclamó que «a la contra España es un espectáculo». «Tocar tan bien y tan ajustado... Sabíamos que por ese camino podíamos llegar muy lejos. Los jugadores han aprendido a competir y a creer en sí mismos. El grupo es extraordinario», agregó. «Es una selección que puede hacer un Mundial sensacional», pronosticó más adelante con lo que pareció un poso de amargura por no continuar la aventura.

Al supertiscioso no le importó el atuendo del equipo porque «no era amarillo, era mostaza». «El color que no me gusta es el amarillo rabioso», puntualizó. También reveló que habían presenciado el partido en el estadio sus nietos, incluido su ojito derecho, el que casi le hace llorar con un emotivo mensaje tras eliminar a Italia. «Tengo una felicidad por dentro impresionante, por todos los españoles y fundamentalmente por los jugadores. Lo que pasa es que exteriorizo muy poco. No soy muy de festejar», reconoció genio y triste figura hasta la sepultura.

Respecto a la final del próximo domingo, el seleccionador español opinó que será un partido a «cara o cruz porque enfrente hay un equipo muy fuerte que se llama Alemania». «Vamos a ver si los alemanes nos permiten tocar. Aunque es muy difícil pararnos sobre todo cuando tocamos rápido y le ponemos velocidad al balón. Le ponemos un ritmo de balón tan complicado que acaban los otros más cansados que nosotros», analizó antes de elogiar el trabajo de Sergio Ramos («un partido de libro, memorable»), Torres, Villa... y Silva, «del que todo el mundo dice que es canario y yo le digo que es vasco por el carácter».

Casillas, feliz

Iker Casillas, el capitán de la selección, consideró que el equipo había hecho «algo importante para el fútbol del país y para toda España». «Vivimos un momento para disfrutar», concluyó el portero del Real Madrid, que se acordó de todos los aficionados españoles que se habían acercado a Viena: «Quiero agradecerles que hayan venido. Es un viaje muy largo y es alto el precio».

El meta de la selección se mostró «muy contento» con la victoria. «Es para estar contento y personalmente no me creo este momento», dijo el guardameta, que admitió que en el vestuario, tras la victoria, había jugadores «locos de alegría» y «otros más cautos».

Mientras bajaba hacia los vestuarios, Xabi Alonso se felicitó por la «madurez» que había mostrado el equipo para golear a Rusia. «Aguantamos la primera parte, y en la segunda parte, ya con el primer gol quedó todo encarrillado», consideró el centrocampista vasco. «Estamos todos muy contentos. Es muy emocionante compartir esto con los compañeros».

El guipuzcoano resaltó antes de despedirse que los jugadores afrontan el último partido del Europeo «mucho optimismo». «Jugar una final contra Alemania... ¿Uf! Hay que hablar en el campo», dijo el pivote.

Dani Güiza, por su parte, logró su segundo tanto en esta Eurocopa. El pichichi de la Liga no quiso sacar pecho ya que, a su juicio, detrás de su tanto había «un gran pase de un compañero».