«Ofrezco un aportación artística que puede gustar o no, e incluso dar risa»

Zapatos de tacón, escote generoso y labios rojos. El aspecto de Silvina Magari puede resultar agresivo y ella lo sabe. La artista madrileña presenta su primer disco Ya no soy moderna en el que juega con la contradicción y la fusión entre una imagen superficial y una aportación artística basada en letras con fondo.

-Desde muy pequeña escribía poesía. ¿Le ha servido para su faceta musical?

-Sí, mucho. Porque para mi las letras son superimportantes. En otro momento se supondría otra imagen para la profundidad que puedan tener o no mis textos, pero que yo procuro que tengan. Se supone que sería otra la imagen la que acompañaría a mis letras según nuestra mente prejuiciosa. Sin embargo, lo que me apetece es que la imagen sea divertida, los textos profundos y que las canciones tengan un lenguaje común que entienda cualquier persona.

-¿Así que jugar a la contradicción con una imagen superficial y la profundidad de las letras es una de sus características?

-Es que ese juego me parece interesante. Poder hacer algo divertido con la imagen y ofrecer textos con fondo, que dicen cosas.

-¿Se marchó a Argentina porque triunfar en casa es más difícil?

-A Argentina fui a pasear y vi que podía trabajar allí. Con el tiempo te va gustando y hay un montón de bares de trova y cantautores. También ser madrileña en Madrid es lo peor, no te ayuda nadie. Contra todo pronóstico o lo que le pueda parecer a la gente, es mucho más fácil decir que eres de Sevilla o de Bilbao y acabas de llegar. Esta situación es la misma que he vivido en Argentina y México, la ayuda me venía porque yo no era de allí.

- Profesionalmente ¿cuándo empieza a caminar?

-Mi carrera ya empezó antes de marcharme a Argentina, pero entre que hay crisis, que no quieres pasar por el aro de algunas cosas y que lo que hago es personal, mi primer trabajo discográfico se hizo esperar. He tenido suerte con mi compañía Séptimo Sello-Música Click que dijeron sí a mis cosas. No soy una cantante al uso, lo que ofrezco es una aportación artística que te puede gustar o no, e incluso puede darte risa.

-¿Cuál es la aportación artística de Silvina Magari?

-Lo que intento es hacer una aportación sincera a la vida. No me apetece que me cojan, me pongan un vestido y me den canciones de otra persona. Elijo entre todo el silencio qué es lo que voy a decir y cuál es mi aportación. El silencio es lo más bonito, pero ya que tienes la falta de respeto para hacer algo con él hay que tratar que sea lo más bonito y comunicativo posible. Al final como decía Tolstoi en el ensayo ¿Qué es el arte?, con el que estoy de acuerdo, el arte sirve para comunicar. Ahora sólo sirve para engordar el ego de uno. Creo que debería servir para que nos acompañemos en este barco que se hunde que es la vida.

-¿Qué relación guarda esta declaración de intenciones con el título de su disco Ya no soy moderna?

-Me parece que la modernidad, por no hablar de que es un acatamiento de la norma, ya ha terminado. La idea de que si me despeino de una determinada manera, me compro unas Converse y el suéter no sé que y ya soy moderno está muy extendida. Me parecía que falta tanto fondo que dije basta. La canción que da título al disco habla de eso y de las relaciones personales. Tengo la sensación de que es muchísimo más difícil ir al cine que a tu casa veinte veces con un chico distinto. En este momento ya me he hecho mayor y he dejado de ser moderna.

-¿Qué le despierta el deseo de componer?

-Trato de ser lo más sensible que puedo y no sólo escribo de lo que me pasa y de lo que siento porque resultaría muy egocéntrico. Además si no me han tratado mal no podré hacer una canción de desamor y si no me han tratado bien no.

-Entre sus influencias ¿quién te ha aportado más?

-Quien más me ha aportado es Serrat, siempre decía que algún día quería escribir unos textos tan cojonudos como los suyos o los de Sabina porque, como digo, esto al final es para comunicar. Mi máxima aspiración sería ser la Björk española y tocar en Cadena Dial y a la vez estar en el Espárrago Festival porque eso no lo hace nadie.

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