Ciudadanos

La familia de Ávila quiere tranquilidad y que se deje trabajar a la Policía

Un día más, y ya van doce desde el pasado 2 de junio, la desaparición y presunto secuestro del empresario sanluqueño Rafael Ávila Tirado continúa sin encontrar una resolución. Los expertos de la Policía Nacional continúan volcados en el caso y recabando pistas que puedan llevarles a identificar a los secuestradores o localizar el paradero del industrial, y la familia continúa esperando que el final feliz de esta tremenda historia se produzca lo antes posible.

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La desesperación, el hartazgo y el cansancio están haciendo mella en los familiares del empresario, que han pedido algo de tranquilidad y que la presión mediática y social disminuya. Así, al menos, se explicó ayer desde el entorno de los Ávila, que continúan prácticamente atrincherados en el domicilio paterno a la espera de las novedades que pueda arrojar la compleja investigación del caso. Al mismo tiempo, la familia solicita que también se deje trabajar con mayor tranquilidad a la Policía que lleva el caso.

Concentración anulada

Por otro lado, la concentración que tenían prevista ayer los trabajadores de las bodegas Argüeso en solidaridad con la familia de Rafael Ávila quedó suspendida sin previo aviso. Un representante de la firma explicó a los periodistas allí presentes que el acto se llevará a cabo «más adelante».