Cádiz C.F.

En manos de las carambolas

El Cádiz salva la categoría con una victoria en Alicante, pero si pierde tiene un 22% posibilidades de permanecer y si empata le benefician las matemáticas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Cádiz depende de los números. O mejor, el Cádiz depende de la combinación aparentemente caprichosa de un finita, pero importante cantidad de guarismos. Tras una temporada decepcionante, afortunadamente las estadísticas están con los amarillos. La atmósfera condenatoria que flota alrededor del equipo, que se extiende por todos los estamentos de la afición cadista, no se refleja en cifras. La sensación de derrota anticipada tiene más que ver con los intangibles. La imagen de unos jugadores que no son capaces de unir fuerzas para derrotar a un equipo que llega a Carranza en son de paz, ondeando una bandera blanca y deseosos de tender la mano.

Los aficionados tienen en mente los 2 presidentes, los 4 entrenadores, las 4 salidas, las 3 incorporaciones, las 17 derrotas, y sobre todo, los 3 puntos conseguidos en los últimos 7 partidos. Números que forman la imagen de una gran flecha roja que indica el camino directo al infierno que supone para el Cádiz el Grupo 4 de Segunda B.

Sin embargo, las matemáticas siguen del lado de los amarillos. La fortuna ha querido que el Cádiz dependa de sí mismo en la última jornada. Una victoria en el José Rico Pérez supone que los cadistas se salven en el 100% de los casos.

Las matemáticas son frías y esperanzadoras. Como hay seis equipos implicados en la batalla por eludir dos plazas de descenso, las variables posibles son 729 (resultado de elevar a seis -los equipos metidos en la lucha- los tres resultados que se pueden dar en cada campo -victoria, empate o derrota-).

Así, está claro que el Cádiz se salva si vence al Hércules y sólo debe preocuparse por un empate o una derrota. En el caso de caer en Alicante, el Cádiz seguiría teniendo un 22% de posibilidades de salvarse, ya que de los 243 resultados posibles que ofrece ese marcador para los amarillos (otras 243 variables serían para la victoria -que significarían un 100% de salvación- y otros 243 para el empate, cuyo total resultan las 729 variables posibles ya comentadas anteriormente) en 54 de los casos se salvaría. O lo que es lo mismo, y hablando en lenguaje deportivo y no matemático, si el Cádiz pierde, le vale si el Racing de Ferrol no gana al Castellón y el Alavés no logra puntuar ante el Celta, hagan lo que hagan los otros tres equipos metidos en el fango (Albacete, Córdoba y Xerez).

Es en caso de empate de los amarillos en el campo del Hércules, cuando la situación se complica exponencialmente. Pero está claro, que de los diez posibles múltiples empates, el Cádiz se salva seguro en 10 de los 15 grupos que se podrían crear. Esto es posible porque el criterio de la LFP en estos casos, es confeccionar una especie de liguilla particular entre los conjuntos involucrados, sumar los puntos logrados por cada equipo en sus enfrentamientos y descender al último clasificado.

Pero en este caso, podrían ser dos los descendidos: si el Racing de Ferrol gana y suma 50 puntos, ya que los gallegos nunca podrían entrar en los grupos de empate a 49 puntos. Si el Racing no suma esos tres puntos, el Cádiz sólo descendería en una opción de entre 15, que sería la que le dejaría empatado a puntos sólo con el Córdoba de José González.

Una madeja de cifras que cuando se deshaga mandará a dos equipos a jugar en Segunda B, pero en la que el Cádiz parte con una significativa ventaja en la carrera por escapar del fuego. Aunque las sensaciones, desafortunadamente, no indiquen lo mismo.