Graves incidentes a la conclusión del encuentro

Al igual que ocurriera hace dos semanas tras el partido ante el Nàstic de Tarragona, en los aledaños del estadio Ramón de Carranza se vivieron momentos de mucha tensión. Un nutrido grupo de aficionados se congregó a las puertas de tribuna para recriminar a la directiva y a los jugadores tras este empate que deja al Cádiz peligrosamente cerca de Segunda División B. Al grito de «¿Muñoz da la cara!» y «¿Jugadores mercenarios!», estos hinchas radicales comenzaron a golpear las puertas del estadio y finalmente un grupo de unos 50 consiguieron introducirse en los bajos a la carrera, llegando hasta muy cerca de la puerta del vestuario local.

Allí los policías antidisturbios los repelieron porras en mano, trasladándose la trifulca de nuevo a la calle, donde algunos hinchas volcaron contenedores y lanzaron vallas de seguridad contra las fuerzas de orden público. Un aficionado resultó herido en la frente tras recibir un golpe, teniendo que ser atendido por el 061 ya que sangraba abundantemente por la cabeza.

Una vez la policía logró despejar las puertas del estadio, numerosos seguidores se fueron concentrando por los alrededores para esperar la salida de directivos y futbolistas.

Finalmente todos ellos pudieron abandonar las instalaciones sin mayores problemas, aunque no salió tan bien parado el autobús del conjunto visitante, que recibió el impacto de una piedra cuando se marchaba.