UNIDAD. El alcalde, Ernesto Marín, con su equipo de Gobierno.
Chiclana

Doce meses de negocio político

La falta de proyectos propios y las disputas internas marcan el primer año de gestión del Gobierno municipal de la mano de la coalición PP, IU, PA y PSA

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La bisagra se está oxidando. Ese símil propio de la carpintería valdría para explicar qué está ocurriendo en el seno del Gobierno municipal, conformado desde hace justamente un año por la coalición PP, IU, PA y PSA, que atraviesa en la actualidad su momento más delicado. El último episodio de tensión ha sido la forzada dimisión del asesor de alcaldía afín a IU, Andrés Galindo, tras su detención tras un control de alcoholemia como presunto autor de un delito de resistencia a la autoridad.

La reunión que mantuvieron los portavoces de los cuatro grupos con el alcalde, Ernesto Marín, para abordar qué se hacía con este asesor fue de aúpa. Los reproches estuvieron a la orden del día, y los cuatro partidos que conforman el Gobierno municipal escenificaron lo que muchos auguraban: la disparidad absoluta de criterios.

Esa diferenciación ideológica que aseguraron hace un año no importaba «a la hora de ponerse a trabajar por Chiclana», se ve plasmada en los proyectos.

Hasta el momento, y con un programa de Gobierno elaborado con retales de los programas electorales de los cuatro partidos, el cuatripartito no ha anunciado ningún proyecto propio y ha sembrado la duda con cambios de posicionamiento actuaciones vitales para la ciudad como un futuro palacio de congresos, la Ronda Oeste, el centro comercial de La Longuera o incluso la estación de autobuses, que carece aún de ubicación definitiva. En nada quedó la nueva guardería de Pelagatos, a la espera están los empresarios del anunciado vivero de empresas, y sólo la delegación de Fomento y Promoción de la Ciudad ha puesto en marcha un programa turístico novedoso, que trata de captar visitantes en los pueblos del entorno.

Por lo demás, la postura común de los cuatro partidos de gobierno en el proceso de regularización de las viviendas ilegales no está definida y toda la responsabilidad recae en el edil de Urbanismo, José Pedro Butrón, que se empeña en relanzar un proceso que cuenta por su carestía con la oposición de las cinco federaciones de AAVV que existen en Chiclana. En lo que respecta al Partido Andalucista, tanto Guerrero como Estefanía Benítez hacen la guerra por su cuenta. Los cambios en la Feria de San Antonio que comienza el miércoles dictarán sentencia sobre la gestión del primero.

Además, otras actuaciones aún pendientes como el centro juvenil de Box, el autobús ocio (que incluso fue presentado oficialmente) o la inauguración de la sede de Mujer o del Museo Municipal Briones siguen acumulando un retraso que nadie justifica.