Economia

El petróleo dispara la inflación al 4,7% en mayo, su nivel máximo en once años

El IPC aumenta cinco décimas en un mes tras el descenso de abril, según el dato avanzado por el INE

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De mal en peor. La inflación armonizada, que se mide con criterios europeos (IPCA), se disparó al 4,7% el pasado mayo, cinco décimas por encima del mes precedente, según los datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El impacto del petróleo y el encarecimiento de los alimentos no elaborados parecen ser las principales causas de esta brutal escalada.

Es un dato pésimo, el más negativo desde que se creó este registro en 1997 y supone una sorpresa desfavorable para analistas y autoridades, que esperaban un repunte algo menor, sobre todo después del descenso de tres décimas que registró el IPC en abril respecto a marzo. Por regla general, no suele haber grandes diferencias -apenas una décima hacia arriba o hacia abajo- entre el indicador armonizado y el nacional, porque el primero solamente excluye del cómputo algunos servicios médicos y seguros. El dato nacional se dará a conocer el próximo 11 de junio.

Si tomamos en cuenta el IPC nacional, para encontrar una tasa superior al 4,7% hay que remontarse al año 1995, en momentos previos al esfuerzo que la economía española tuvo que realizar para superar el examen que le permitió el acceso a la moneda única europea.

El Ministerio de Economía cree que atravesamos circunstancias excepcionales. Evocó que, en el último año, el precio del petróleo ha subido un 82%. Si en mayo de 2007 el barril se contrataba a 67 dólares, la media del pasado mes ha trepado a 122 dólares, y el favorable canje euro/dólar -las compras de crudo se llevan a cabo utilizando el 'billete verde'- sólo ha atenuado en parte esta escalada.

El titular de Industria, Miguel Sebastián, recordó que todos los países de la región están sufriendo el impacto del crudo caro. Así, aseguró que el diferencial de inflación de España con respecto a los países de la Unión Económica y Monetaria (UEM) «se mantiene y no empeora» y que esto es «lo importante».

El consumo, a peor

La inflación en la zona euro supone, para la economía española, un factor adicional de inquietud. Si se mantiene muy elevada, los precios de los bienes y servicios nacionales no sufrirán un deterioro adicional en su competitividad exterior, pero habrá que descartar, en el corto y medio plazo, que el Banco Central Europeo apruebe un recorte de tipos de interés en la zona euro.

Con el precio oficial del dinero a niveles elevados y las restricciones en los mercados financieros, el euríbor, la principal referencia hipotecaria para los hogares españoles, seguirá en el entorno del 5%. La confianza de las familias -basada en el poder adquisitivo de sus rentas- continuará por los suelos, y se desplomará el consumo.

Y en este escenario, los carburantes no dejan de subir. El precio del gasóleo de automoción ha superado esta semana por primera vez la barrera de los 1,3 euros por litro en España, con lo que acumula una subida del 20,8% desde comienzos de año, en un momento marcado por los altos precios del crudo en los mercados internacionales.