Calvo quiere levantar cabeza

Otra cosa no sé, pero que la afición sepa que poca gente habrá con la ilusión que tengo por empezar con el Xerez. A ilusión no me gana nadie». Esta fue la declaración de intenciones realizada por Carlos Calvo el 5 de julio del pasado 2007, día de su presentación como jugador del Xerez. Desde entonces hasta ahora, el media punta madrileño ha pasado de héroe a villano en la grada de Chapín, siendo uno de los refuerzos, en parte, más presionados por los aficionados azulinos. Una vez superado el castigo de su expulsión en Córdoba, el atacante parte con muchas opciones de volver al equipo inicial ante el Eibar en Ipurua.

Calvo llegaba a la sala de prensa contento. Un día antes, Antoñito confesaba que quería ganar al Eibar «por 0-1 y gol de Carlos Calvo», a lo que el media punta reconocía que «la verdad es que lo firmo, lo firmo pero ya». Sin embargo, el xerecista matizaba que «lo importante es que el equipo gane y da igual el que marque. Está claro que en el caso de que marque yo, el hecho de jugar y marcar supondría una alegría enorme, pero ahora lo que importa son los tres puntos y da igual quien consiga el gol. No importa, sólo la victoria».

Vuelta a la realidad, Calvo ya se encuentra mejor de su expulsión en Córdoba, en parte, por la victoria épica ante el Castellón: «Ante el Castellón dimos un paso más hacia la salvación, y por todo ello se me ha olvidado un poco. Ahora hay que centrarse en el partido ante el Eibar y habrá que ir con las pilas puestas para sacar los tres puntos».

«Callar bocas»

De su situación personal, el joven atacante azulino confesaba que se siente en deuda con el Xerez y con su afición. Por encima de todo, Calvo quiere aprovechar este tramo final de Liga para «callar algunas bocas, hacerlo bien, ponérselo difícil al míster para jugar hasta final de temporada y ayudar al equipo en su objetivo».

Cuatro partidos importantes en los que Carlos puede demostrar el porqué de su fichaje. Un jugador joven, debutante en la categoría y por el que apostó la dirección deportiva del Xerez, pese a tener ofertas de algunos equipos de Segunda B para ser cedido. De todo esto, Calvo comentaba que «creo que sí puedo demostrarlo. Ya en algún partido creo que he podido demostrar lo que soy, aunque está claro que sé que puedo dar más y para eso estoy aquí, para aprender, mejorar y demostrarle a la gente que puedo estar en el Xerez».

Buen debú en Segunda

En este primer año en la División de Plata, Calvo comentó que «en realidad estoy muy contento. Al comenzar la temporada hubiera firmado lo que me ha pasado hasta ahora, aunque nunca me conformo con lo que tengo porque me hubiera gustado jugar mucho más y hacerlo mejor». En definitiva, que «creo que he estado bien, aunque no me conformo y aún quedan cuatro partidos para ayudar al equipo».

En cuanto al rival de este próximo domingo, la Sociedad Deportiva Eibar, el azulino reconocía que «ha sido un equipo que ha sorprendido a todos». Para el madrileño del Xerez, al Eibar «ya se les acabó aquello de jugar al balonazo y es un conjunto que, pese a que no ha logrado ninguna victoria en las últimas cinco jornadas, hace buen fútbol y habrá que tener cuidado con ellos porque querrán lograr la permanencia de manera matemática».

Un encuentro, por tanto, complicado en una semana alegre para los jugadores de Esteban. Después de largos meses, los azulinos han dormido fuera del descenso, aunque Calvo apuesta por seguir trabajando con intensidad y no caer de nuevo en el pozo: «Una vez fuera se trabaja de una manera distinto, pero hay que pensar que queda poco y el que entre ahora abajo le va a costar salir, por lo que habrá que tener precaución y conseguir la permanencia lo antes posible».

En definitiva, que para Carlos la clave va a estar en los 50 puntos: «Para salvarnos tenemos que llegar a los 50 puntos, nos quedan seis y hay que pensar en los tres de Eibar, nada más».

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