El buque militar estadounidense USS Essex permanece a 113 kilómetros de Rangún porque aún no ha recibido el permiso de la Junta Militar de Birmania para transferir la ayuda humanitaria dirigida al país. /EFE
mantiene sus trabas a los cooperantes

Francia acusa a la Junta birmana de bordear el genocidio al impedir la llegada de ayuda humanitaria

Las críticas francesas se suman a las del Reino Unido, que considera que el desastre natural se ha convertido en una catástrofe perpetrada por la negligencia de los generales birmanos

NUEVA YORK / LONDRES Actualizado: Guardar
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El embajador francés ante Naciones Unidas, Jean-Maurice Ripert, ha acusado a la Junta Militar de Birmania de estar a punto de cometer un crimen contra la humanidad al impedir la llegada de ayuda internacional a los afectados por el paso del ciclón 'Nargis' por el sureste del país. Esta acusación francesa ha sido la respuesta a una denuncia del régimen birmano por la presencia en aguas internacionales cercanas al país de un buque de guerra galo.

París ha aclarado que el barco transporta 1.500 toneladas de ayuda y medicinas para los supervivientes de la tormenta, que de momento se ha cobrado -según cifras divulgadas por la televisión oficial birmana- 78.000 muertos y más de 56.000 desaparecidos. Los generales birmanos siguen sin autorizar la entrada de esta carga.

Al término de la sesión en la sede de la ONU, el embajador francés Ripert ha denunciado que la constante negativa del Gobierno militar birmano a aceptar a expertos en ayuda y desarrollo sobre el terreno "podrían conducir a un verdadero crimen contra la humanidad".

"Cientos de miles de vidas están en juego, y creemos que es la responsabilidad del Gobierno birmano ayudar, y abrir las fronteras para que la ayuda internacional pueda llegar a donde corresponde", apuntaba a la cadena británica BBC.

Gordon Brown se suma a las críticas

Estas críticas se suman a las emitidas por el primer ministro británico, Gordon Brown, que consideraba que lo que incialmente fue considerado como un desastre natural, se ha convertido en una catástrofe perpetrada por la mano del hombre, debido a la negligencia de los generales birmanos.

El laborista Brown ha acusado a la Junta Militar de dar un trato "inhumano" a las víctimas del 'Nargis'. También en declaraciones a la BBC, el primer ministro ha lamentado que el régimen birmano "ni hace, ni permite a la comunidad internacional hacer", por lo que deberá "rendir cuentas".

El Reino Unido ha donado hasta la fecha 21,25 millones de euros en ayuda humanitaria para las víctimas del ciclón.

Invitada una misión diplomática

Mientras las críticas internacionales se suceden, el equipo de diplomáticos invitado por la Junta Militar birmana ha llegado hasta la zona para examinar los efectos del ciclón 'Nargis'. Una vez allí, ha comprobado de primera mano la "enorme" destrucción provocada por la tormenta en el sureste del país y que ha arrasado la zona de tal manera que las tareas de reconstrucción "podrían prolongarse durante más de un año", según ha declarado el director de la Oficina Humanitaria de la Comisión Europea en Rangún, Bernard Delpuech.

Para los invitados, la visita "ha sido de gran utilidad para contemplar la magnitud de la devastación, que es enorme", ha declarado Delpuech al término de su viaje. En él, una delegación de entre 60 y 70 diplomáticos ha sobrevolado en helicóptero varias partes del delta del Irrawaddy, que llegó a ser azotado hasta por vientos de 190 kilómetros por hora.

Delpuech ha asegurado que los diplomáticos han aprovechado la más mínima oportunidad para reclamar al ministro birmano que les acompañaba una mayor flexibilidad por parte del Gobierno militar a la hora de recibir ayuda. Según Delpuech, "su respuesta ha sido: 'Sí, la Junta está dispuesta, pero no quieren a gente que pueda crear problemas'".

La ayuda sigue estancada

Quince días después de la tragedia, un grupo de 30 sanitarios tailandeses ha llegado a Rangún, la ciudad más grande de Birmania, para prestar ayuda a los supervivientes.

Los 18 médicos y 12 enfermeros son el primer equipo sanitario que ha podido entrar en el país con permiso de la Junta Militar, según han informado fuentes diplomáticas. Con el equipo tailandés también han llegado 230.000 dólares y suministros sanitarios.

Horas después, se ha sumado a ese equipo 47 médicos indios junto con 15 toneladas de medicinas.