ESPAÑA

Los obispos consideran que muchos bautizados no viven la fe cristiana por la «progresiva secularización»

En la misma semana en la que el Gobierno difundió la idea de reformar la ley de libertad religiosa y ahondar más en el laicismo del Estado, la Conferencia Episcopal lanzó ayer un mensaje responsabilizando a la progresiva secularización el abandono de las prácticas religiosas de los bautizados en el cristianismo.

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Aun siendo autocríticos, los obispos consideran que muchos bautizados no viven la fe cristiana debidamente a causa de la secularización progresiva de la sociedad y a las imágenes «parciales, sesgadas y distorsionadas» que algunos medios de comunicación difunden en bastantes ocasiones, entre otras razones.

No obstante, admiten que desde la Iglesia tal vez no se ha prestado la suficiente atención y dedicación a la formación de los adultos bautizados, según un mensaje de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar titulado 'Laicos cristianos: sal y luz del mundo' con motivo de la celebración hoy del día de Pentecostés.

Formación

El documento, publicado por la Conferencia Episcopal, constata que «bastantes cristianos» viven de una fe heredada, pero no personalizada, y muchos no descubren la alegría de pertenecer a una comunidad cristiana ni sienten la necesidad de participar en sus celebraciones.

El abandono de la formación cristiana por parte de estos bautizados los ha llevado a tener una visión «totalmente deformada» del cristianismo y de la Iglesia, aseguran los obispos, que se muestran «realistas» sobre esta cuestión.

«Sus criterios y juicios sobre estas realidades ya no parten del Evangelio ni de las enseñanzas de la Iglesia -indica la nota-, sino de las opiniones de los demás, de los criterios sociales y de las presentaciones parciales, sesgadas y distorsionadas que, en bastantes casos, hacen de la Iglesia algunos medios de comunicación».

Entre otros motivos del «desinterés por la formación cristiana», se señalan la ruptura de la cadena en la transmisión de la fe en el seno de la familia y los «sucesivos procesos de secularización que está padeciendo la sociedad española».

Los obispos asumen que se han «equivocado» al pensar que todos estaban suficientemente formados a través de las prácticas religiosas, pero se han dejado en segundo plano los aspectos espirituales en la formación.«En definitiva -dicen-, no hemos sabido o no hemos podido ser instrumentos para la conversión mediante las propuestas de la formación cristiana», que se proponen reformar.

Explican que la formación se ha orientado a impartir catequesis, la preparación de las celebraciones litúrgicas, la actividad caritativa y social, pero no a hacer «cristianos adultos en la fe, enamorados de Jesucristo y de su Iglesia y convencidos de la dimensión secular de la vocación laical». Así pues, es «muy urgente» emprender una formación cristiana integral de todos, también de los alejados de la Iglesia.