Vecinos de Icovesa se ven obligados a instalar por su cuenta los ascensores

Solos y sin ayuda de nadie, los vecinos del bloque 4 de la calle Vino Fino, en la barriada de Icovesa, han conseguido a base de mucho trabajo y tesón que comiencen las obras para la instalación de un ascensor en su edificio. Tras más de cuatro años de papeleos, escritos y paseos de despacho en despacho, está previsto que en unos 15 días estas ocho familias puedan disfrutar de un elevador que mejorará de forma considerable la calidad de vida de muchos de ellos, ya que varios de los residentes de este inmueble son personas mayores con problemas de movilidad.

Su periplo comenzó en el año 2004, cuando la comunidad de propietarios decidió acogerse al programa de ayudas de la Junta de Andalucía -centrado en la rehabilitación singular de edificios- para la colocación de un ascensor. Tras arreglar todo el papeleo necesario, la documentación fue presentada en Emuvijesa «y allí permaneció parada mucho tiempo. Por diferentes razones, durante meses esperamos que desde la Empresa Municipal de la Vivienda el expediente pasase a la Junta, algo que no ocurría. Por ello, decidimos encargarnos nosotros personalmente de dar este paso», explica a LA VOZ Juan Andrés Romero, vecino de esta comunidad de propietarios y principal valedor de la instalación del ascensor.

Así, Juan Andrés se personó en Obras Públicas -«donde los trabajadores me atendieron de forma muy eficaz y atenta»- y finalmente logró que se concediera la subvención para este proyecto. «Hemos hablado con decenas de constructoras y técnicos de todas partes. De hecho, en Emuvijesa llegaron a asegurarnos que el proyecto de instalación de un ascensor en este bloque era inviable, algo que la Junta no ha compartido, por lo que nos dieron la ayuda. Con ella, nos han subvencionado hasta el 75%, nosotros hemos tenido que hacer frente al otro 25% del coste global de la colocación», comenta este vecino.

Hacer frente al 25% de coste restante de la instalación es algo habitual para todas aquellas comunidades de propietarios que quieran poner un ascensor en sus inmuebles. No obstante, estos residentes en Icovesa han tenido un problema añadido: «El Ayuntamiento no nos ha ayudado en nada. Es más, nosotros mismos hemos tenido que pagar la licencia de obras -que gira en torno a los 3.000 euros- más el impuesto de construcción».

Algo contradictorio con lo que está ocurriendo en otras zonas de la ciudad donde el Consistorio está haciendo frente a estos dos pagos. Y es que en más de una ocasión la propia alcaldesa, Pilar Sánchez, ha asegurado que «el Ayuntamiento se encargará de gestionar estos trámites sin costes para los vecinos».

Por ello, desde el número 4 de la calle Vino Fino están molestos, ya que «nosotros hemos tenido que pedir préstamos personales para afrontar esta obra, mientras que en otras barriadas han pagado mucho menos para tener su ascensor». Así, en Icovesa tienen claro que «aquí nadie nos ha regalado nada y mucho menos el Ayuntamiento».

Este bloque será el primero de Icovesa -de los 66 que existen sin elevador- en poder tener ascensor.

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