OPINIÓN

Las cuentas, por Manolo Camacho

Tras la tertulia de ayer, uno de los invitados, concretamente, Manolo García, repitió va-rias veces que lo realizado ayer suponía un hito histórico sin precedentes. El hecho de hablar de las cuentas del Cádiz ante los oídos de todo el que quiso, decía el ex presidente del Cádiz, supone un antes y un después. No era esa la intención pero bienvenida sea también. Lo único que se pretendía era hablar de esos nú-meros, que son públicos, y que a petición de una legión de oyentes de Punto Radio y ca-distas que les interesaba. Y por cierto, son más de lo que imaginamos.

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Leí por ahí que como es que no había nadie del Cádiz invitado. La razón es sencilla. El Cádiz ya había hablado. Lo hizo presentando esos números en el registro. Ahora, lo que queríamos era estudiarlos con gente que sabe de ellos. Y eso hicimos: Oír al ya mencionado Manolo García, Víctor López y a Fernando Estrella. Y que nadie diga que esa situación no es real o es fruto de la imaginación de estos tres señores porque lo que se hizo fue analizar de una forma en la que lo podíamos entender todos, unas cuentas entregadas por el propio Cádiz. Es decir, la situación que el Cádiz manifiesta estar en el registro. En la clase de microeconomía de ayer supimos lo que es una operación acordeón (veremos a ver si el Cádiz necesitará ir a ella o no), supimos como se puede pasar de tener un fondo de maniobra positivo a negativo simplemente con colocar las subvenciones en el apartado que no le correspondía, esto es, en vez de colocarse como su propio nombre indica en el de subvenciones ponerse en el de resultados extraordinarios y también como se pasa de un ejercicio a otro de tener una economía saneada y con beneficios a estar en situación de insolvencia.

Pues de todo eso se habló. Se interpretaron las cuentas y se intentó saber cosas imposible descrifrar por cualquiera de los neófitos en números o acudiendo a las juntas generales. Se ha puesto el primer programa de los que iremos haciendo de la misma índole cada vez que haya cuentas presentadas en el registro o cada vez que cualquier aficionado así lo demande. Y punto.