Xerez 2 - Tenerife 1

Chapín roza el infarto

El Xerez logra imponerse al Tenerife con un magnífico gol de Antoñito en el descuento Los azulinos, igualados en la tabla con el Albacete y el Córdoba, que está fuera del descenso

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Prácticamente no apareció en todo el partido. Su trabajo brilló por la ausencia y casi no tocó la bola durante los noventa minutos de juego. Antoñito no presionaba el inicio de la jugada, siempre recibía de espaldas a la portería, no había regates, no había velocidad, no había nada... hasta que se convirtió en el todo. El sevillano aceleró de cero a cien en un segundo para quitarse el traje de perdedor y lucir como la estrella que es. Otra vez en el descuento, otra vez rozando el infarto, el Xerez lograba el gol del triunfo. El punta azulino salvaba a su equipo gracias a un tanto de puro genio.

La fugaz, pero providencial, aparición del delantero servía para que el Deportivo diera continuidad a su media inglesa, siguiera con su racha triunfal y sumara la cuarta victoria consecutiva en Chapín. Nada más y nada menos que siete encuentros sin perder, que han permitido a los azulinos eliminar la distancia con los puestos que dan acceso a la permanencia. El Xerez acabó la jornada virtualmente fuera del cementerio de la tabla de clasificación, pues acumula los mismos puntos que el Albacete y, sobre todo, el Córdoba, que es el primer equipo que tiene los pies fuera del descenso.

Rival complicado

Pero está sufriendo el Deportivo. Especialmente ayer, tuvo que sudar sangre para escalar. El Tenerife no lo puso nada fácil, posiblemente fuera el conjunto que más problemas ha creado últimamente por Chapín, pues los de Oltra también estaban muy necesitados. Precisamente, esa urgencia es la que borró el ímpetu inicial. Ni xerecistas ni chicharreros saltaron descaradamente a por el encuentro. La primera jugada de peligro para los intereses azulinos se demoró hasta el minuto diecisiete cuando Nino remató alto un córner de pizarra. El delantero aguantó en la frontal, desde donde empaló. Su disparó abandonó el terreno de juego por encima de la portería de Stephane.

Estreno en Chapín

Esteban no pudo dar continuidad a su once de la salvación. No lo hizo por culpa de las sanciones y de la lesiones, ya que a ultimísima hora Pedro Ríos se unió a la baja de Yordi. Antoñito ganó la batalla por la delantera y Carlos Calvo entró para suplir al interior jerezano. Calvo lucía titularidad y la aprovechó para estrenarse como goleador en Chapín. El madrileño provocó un córner para, posteriormente, abrir el marcador con un disparo desde la frontal. Un lanzamiento mordido que cambió de trayectoria tras pegar en uno de los rivales.

En esa primera parte se vieron algunas pinceladas del mejor Xerez. Sólo destellos, pues la necesidad chicharrera impedía que se viera una óptima versión del Deportivo. Aythami pudo apuntalar, pudo evitar sufrimientos y amagos de infarto, pero el canario no acertó a rematar entre los tres palos cuando se encontraba totalmente libre de marca.

Moreno dio continuidad al dominio azulino en la segunda parte. El capitán estuvo muy cerca de sacarle partido a otro córner, pero tras recibir en la frontal y pisar área chica, su fuerte disparo fue repelido por Navas. El ex del Cádiz tuvo que lucirse para sacar de la escuadra una magistral falta lanzada por el mago Viqueira.

El susto hizo que Oltra reaccionara. El técnico arriesgó, decidió a la desesperada y descompensó el equipo hacia la portería del Xerez, pues el Tenerife estuvo más de media hora con sólo tres defensas. Santos, uno de los revulsivos de la nueva ofensiva de Oltra, logró empatar cuatro minutos después de abandonar el banquillo. El media punta, reconvertido a lateral, disparó a la media vuelta tras controlar un saque de esquina.

El tanto envalentó aún más a un Tenerife que se lanzó descaradamente a por la victoria. Tres puntos que hubieran logrado de no ser por la falta de pegada de Arruabarrena. El vasco gozó del más claro de los constantes acercamientos del Tenerife hasta las narices de Porato.

Míchel saltó al campo como contramedida. El madrileño prolongó la orden de Esteban y le indicó a Antoñito que debía retrasar su posición. El sevillano -gracias a Dios- hizo caso omiso. Se encabezonó en mantenerse en el área, no retrasó ni un metro su posición, prácticamente se chocaba y solapaba con un Míchel, que se decantó por retroceder unos metros, por cederle un espacio a Antoñito que el punta aprovechó cuando ya se arrastraba por el rectángulo de juego. El sevillano recibió un centro desde la derecha de Aguilar, la bajó con el pecho, recortó con una pierna y la puso en el palo largo con la otra. Chapín volvió a explotar tal cual lo había hecho quince días atrás, volvía a rozar el infartó y el sevillano abandonaba la mediocridad en la que se había ahogado durante noventa minutos, para volar hacia las estrellas cuando el crono ya había superado el tiempo reglamentario. Lo mejor es que con él también despegaba un Xerez que roza la permanencia.

sgalvan@lavozdigital.es