Cultura

Manuel Fernández le pone 'chispa' a la historia de España en su último libro

Ha disfrutado de lo lindo. El historiador y académico Manuel Fernández Álvarez (Madrid, 1921) tuvo sus dudas -pocas- cuando le propusieron escribir una historia de España para los más jóvenes. Unas reticencias que venció en apenas 24 horas para entregarse con regocijo a la redacción de Pequeña historia de España (Espasa), trabajo elaborado al alimón con el ilustrador Jvlius que le ha divertido y que «divertirá, seguro, a lectores de nueve a noventa y nueve años». «La chiquillería tiene derecho a conocer el pasado de su país de forma amena». dice el casi nonagenario historiador, catedrático y académico, gran estudioso del siglo XVI, biógrafo de Carlos V, Isabel la Católica y Juana la Loca, que ha superado el desafío de ponerle «chispa» y quitarle herrumbre a nuestra historia.

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Su primer reto fue decidir «qué temas merecían ser tratados en un libro destinado a adolescentes pero que abarca de la prehistoria a las postrimerías de siglo XX». El segundo, «dar con un tono adecuado, con cierta chispa y sentido del humor que fuera accesible, ameno y acorde al lenguaje de los jóvenes».

Decidió don Manuel que había que hacerlo «desde el título mismo», de modo que cada capítulo parte de un enunciado atractivo: Cuando los hombres (y también las mujeres, oye) vivían en cuevas (Prehistoria); ¿Qué vienen los bárbaros! (Y también los musulmanes) y Entre moros y cristianos anda el juego (Edad media); ¿Toma! Llega Colón y Descubrimos América! (Imperio español); ¿Qué fuerte! Se cabrea Napoleón y nos invaden los franceses (Guerra de la independencia) o España enloqueció (Guerra civil).

Orgulloso de Delibes

Admite que ha puesto especial cuidado en el capítulo que se ocupa de la conflagración. «Al hablar de aquel desastre, de esa pérdida de grandes nombres y del drama de la guerra, no podía seguir con el tono de chanza. Esos pasajes los escribí llorando y seguro que el lector lo percibe». Asegura también que su intención general ha sido trasmitir valores universales y positivos como el amor a la libertad y al país. «Trato de trasmitir a los jóvenes lectores los grandes valores y la autoestima por un pasado en el que junto a los espadones hay grandísimas figuras como Velázquez o Cervantes que permiten contradecir aquel verso de Jaime Gil de Biedma según el cual 'de todas las historias de la Historia, sin duda la más triste es la de España, porque termina mal'».